>> El urbanismo aburrido
Jan Gehl establece una serie de emociones en las personas en función del mapa urbano en el que nos adentremos. Según este urbanista social, la importancia de la escena urbana a nivel del ojo es capaz de atraer o disuadir a los peatones, siendo la base de esta teoría "las fachadas en planta baja, las cuales proporcionan un vínculo importante entre edificios y personas". Este artículo afirma que el diseño urbano de nuestras ciudades "no siempre presenta un sentido coherente desde una perspectiva social", ya que existen espacios (que según Michel de Certeau son lugares practicados donde son los caminantes los que transforman en espacio la calle geométricamente definida como lugar por el urbanismo) habitados por la gente debido a sus características urbanas, espaciales, sociales, medioambientales, etc, que hacen del paseo a pie una acción agradable y apetecible, y otros espacios que por el contrario, ahuyentan a cualquier peatón que se plantee transitarlos. El urbanismo aburrido no hace más que confirmar esta teoría, describiendo...
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