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Archivo de la etiqueta: participación ciudadana

El viernes 6 de mayo, familias de toda Europa, a través de sus centros educativos y sus respectivas AMPAS, organizaron eventos para reivindicar #CallesAbiertasParaLaInfancia capitaneados por Clean Cities. #StreetsForKids es una iniciativa coordinada a nivel europeo que nace para fomentar entornos escolares seguros, que faciliten la autonomía infantil en los itinerarios casa-colegio-colegio-casa al ser accesibles y amables para los peques. Así se disminuye la contaminación en el entorno escolar, se consiguen calles lentas que reducen los accidentes de tráfico y se promueven otras formas de movilidad urbana más sostenibles y saludables para la comunidad educativa en general. Fue la mayor movilización europea para conseguir calles sin coches alrededor de los colegios y pedir #StreetsforKids! 

Cuando desde el AMPA Almazara vimos la convocatoria, decidimos proponérsela al equipo directivo del C.E.I.P. Nuestra Señora de la Capilla para llevarla a cabo. Desde el primer momento la comunidad educativa se volcó con el evento. Fue un trabajo colaborativo precioso, ya que desde el principio elaboramos entre todos las actividades y, posteriormente, fueron los docentes los que trabajaron durante la semana previa con los niños y niñas del centro para «poner la calle bonita» y los miembros del AMPA los que pusimos todos los medios posibles para hacerla realidad.

Durante la intensa y maravillosa mañana del viernes 6 de mayo tuvo lugar en Calle Andújar «Del cole a la calle» · «Perdonen las molestias, estamos jugando para ustedes» (Francesco Tonucci). Fue una mañana llena de contenido en esta calle aledaña al cole y donde se produce la entrada y salida de los más pequeños en un espacio constreñido y de prioridad para el transporte privado.

A lo largo de la jornada, la calle se abrió para la infancia y se cerró durante unas horas al tránsito de vehículos, protagonistas únicos de la escena urbana.

Se dotó a esta vía de una animada vida de barrio gracias (1) a que la entrada y salida de los peques se produjo de una forma totalmente distinta (se animó a las familias a acudir este día al centro de una forma más sostenible), festiva y sorprendente (tanto los alumnos y alumnas como sus familias estaban totalmente sorprendidos por el cambio que había tenido lugar en la calle), y (2) a que se desarrollaron actividades que normalmente se realizan dentro del centro: clases de música, de educación física, de plástica, de matemáticas, el poder disfrutar de la merendola del recreo, etc.

Todo esto sirvió para visibilizar:

  • La posibilidad de la transformación parcial de la calle apostando por una flexibilización de usos entre los perennes aparcamientos y la ampliación de acerado de entrada al cole con aceras continuas formando una plataforma única donde los bolardos y las vallas den paso a la vegetación (macetas, alcorques, jardineras,…).
  • Las ventajas de reducir la entrada de los vehículos para dar paso a caminos seguros al cole con itinerarios más amables y accesibles, fomentando la autonomía de los peques y también otras formas de movilidad urbana más saludables y sostenibles (a pie, en patinete, en bici,…).
  • Los beneficios de reducir la velocidad del transporte privado para generar calles lentas que aumenten la seguridad de los itinerarios a pie.
  • La importancia de la participación ciudadana para el re-diseño de las calles, ya que es importante escuchar las voces de los más reticentes a la peatonalización. Y asegurarles que nunca se corta el paso a emergencias (bomberos, ambulancias,…) y tampoco a carga/descarga que sirve tanto al propio centro como a los locales comerciales de la zona (quienes seguramente verían incrementadas sus ventas si esta calle tuviera más paso/paseo de peatones y también quizás, se animaría algún negocio más a instalarse en esta calle).

De repente, Calle Andújar fue escenario urbano practicado, cantado, jugado, re-inventado, re-decorado, re-diseñado, hackeado y pintado con mil colores. Fue tablero de juego y también espacio educativo. Fue la práctica urbana más sencilla y que dejó de serlo en un in-determinado momento de nuestra vida donde la ciudad se tornó insegura: el juego en la calle. En definitiva, Calle Andújar fue vivida. Se coloreó la calle y el colegio, sus fachadas y sus transversales sobrias y sin ritmo. Se cambió el ruido de los coches y el humo del día a día por escuchar la actividad los niños/as y, ¿puede haber un sonido más bonito en la ciudad que el de los niñ@s jugando en sus calles? Si la ciudad es segura, amable, accesible y lenta para ellos, lo es para casi todo el mundo.

Habréis oído hablar de las Súper Manzanas alguna vez. Son espacios urbanos, más o menos delimitados, donde prima la peatonalización y en los que se pueden realizar prácticamente todos los usos que la ciudad alberga: el juego, la fiesta, el comercio local, el paseo, los encuentros casuales… Son el motor de las slow cities, donde la velocidad máxima es de 10km/h, donde el tiempo parece detenerse y podemos disfrutar de nuestros espacios públicos porque el protagonista de sus escenas urbanas es el peatón. Son espacios donde lo cercano y lo cotidiano son capaces de mejorar nuestra calidad de vida con intervenciones sencillas y económicas. Donde lo importante, es la voluntad ciudadana y también, la de todas las partes implicadas. Tradicionalmente, lo que conocemos por manzana, es un trocito minúsculo de ciudad rodeada de vías donde impera el tráfico pesado y donde el peatón apenas tiene espacio para circular por ellas, pues las aceras estrechas dejan el protagonismo al vehículo rodado. Sin embargo, esta nueva planificación urbana, une varias manzanas entre sí hasta alcanzar un polígono de unos 400-500 metros de lado y únicamente permite el tráfico interior residencial y de carga y descarga, reduciendo al máximo la velocidad permitida.

Sin llegar a la pretensión directa de una Súper Manzana, la peatonalización (o semipeatonalización) de Calle Andújar, en Jaén, nos permitiría varias funciones urbanas:

  • Crear una plataforma más amplia y SEGURA de acceso al colegio C.E.I.P. Nuestra Señora de la Capilla. Si unificamos la altura justo en la entrada del colegio, ampliamos la zona de estancia de los escolares y familiares, puede llegar a ser esa extensión del patio que favorezca las relaciones sociales y que además, fortalezca la autonomía de los niños en la entrada y salida al centro escolar. Además, se asegurarían las distancias sociales entre las familias durante la pandemia. Y sin pandemia (ojalá pronto), facilitaría la estancia, así como la aparición de mobiliario urbano y de vegetación.
  • Se genera una nueva zona de estancia y recreo para los ciudadanos con esta nueva plataforma a la misma altura que el acerado de la entrada al centro, ya que se cierra al tráfico en las salidas y entradas al cole (tal y como pasa ya actualmente) y se disminuiría la velocidad a 10km/h para garantizar la seguridad de los más pequeños durante todo el día (cuya función principal es jugar y no preocuparse de los vehículos que por aquí puedan pasar). Incluso, se podría fomentar el comercio local que haya o pudiera haber en un futuro justo en esta calle al aumentar los paseos peatonales.
  • Puede ser un escenario único y especial que sea la extensión del patio de recreo del centro, para que los alumnos y docentes impregnen de creatividad y arte este trocito de calle.
  • Se estaría experimentando el urbanismo táctico en una zona acotada de la ciudad, que puede servir de ejemplo para otras muchas zonas.
  • Los niños ganarían autonomía y un espacio de calidad, además, se les implicaría en el proyecto para que se sintieran orgullosos del espacio recién creado por todos y entre todos.
  • Las familias aumentarían la confianza en los trayectos y la comodidad y seguridad en la entrada y salida al colegio.

La foto no es la mejor. La hicimos a contraluz, pero captaba totalmente la esencia del momento: vida caminando por un paso de peatones, niños accediendo al cole por la rampa, coches pasando en ese momento, vallas a ambos lados de las aceras que recorren el cole, espacios constreñidos, falta de vegetación y de mobiliario urbano. Éste es un montaje rápido y aun así, a falta de un buen diseño en general (y en particular, a falta de un diseño geométrico en el pavimento, que sería fantástico que fuera colaborativo) y de un paso de peatones acorde a dicho diseño, tiene lo esencial: plataforma a la misma altura del cole que justo después seguiría dejando estacionamiento, vegetación, zonas de estancia, eliminación de vallas justo a la entrada del centro… y en definitiva, un espacio de calidad urbana y humana, amable y la posibilidad de que surja de un proyecto colectivo entre familias, instituciones y docentes.

Nosotros, seguimos soñando y trabajando… (Desliza la imagen)

Enlaces relacionados:

>> #ProyectoPatio, #microproyectos para la creatividad colectiva

>> Una peatonalización necesaria: Calle Andújar #Jaén

>> Experimentando el urbanismo táctico: Semana de la Movilidad Europea

Con mucha ilusión participamos en el IX Taller Internacional de Arquitectura y Patrimonio organizado por la Universidad Católica de Colombia con la ponencia «Vida urbana: la importancia de lo cotidiano y la calle» y con la colaboración en el workshop al que están poniendo mucho corazón para pensar nuestras ciudades no sólo desde lo académico, reflexivo, técnico y científico, sino desde lo experiencias, emocional y cotidiano. Desde aquí queremos agradecerles que hayan contado con nuestra colaboración.

«El concepto de tejido ha influido el pensamiento de la ciudad, la arquitectura y la sociedad debido quizá a su claridad estructural y a su potente imagen poética, pues una tela es sinónimo de protección, abrigo, técnica y cultura. Es así como en urbanismo se habla del tejido urbano para significar los diferentes tipos de trazado que se han producido a lo largo de la historia, desde la traza ovandina de la ciudad colonial hasta los trazados inconexos la ciudad difusa». Como no es imposible comprender el fenómeno urbano sin la vida que transcurre allí, es fundamental hablar también de otro tipo de tejido, quizá el más importante, y que entra a formar parte de este entramado: el tejido social.

Este año, el taller se celebra en la ciudad patrimonial de Villa de Leyva. Una ciudad turistificada, como tantas otras, que ha visto cómo sus originales vocaciones agrícola, artesanal y de mercado campesino, han sido desplazadas por la industria del turismo para favorecer la prosperidad económica de la localidad. Es una ciudad museo, desleída y muchas veces con un desapego importante por parte de sus ciudadanos y habitantes que no se apropian de sus espacios, habitándolos solamente para servir al turista que visita la ciudad por unas horas y, en el caso más favorable, por unos días.

Esta ruptura entre territorio (tejido urbano) y ciudadanía (tejido social) ha sido aún más manifiesta «gracias» a la pandemia provocada por el Covid-19. ¿Qué ha sido de estas ciudades sin gente? Escenarios patrimoniales vacíos de vida, sin espectadores que acudan, los actores quedan desprotegidos, desorientados y desprovistos en sus propios hábitats. Se aprecia la fragilidad de lo efímero y lo corto-placista.

Es precisamente esta circunstancia la que hace al «comité del taller reaccionar académicamente para pensar la ciudad y el patrimonio en procura de su renacimiento y su regeneración» apostando por lo local, lo cercano, lo sensible y lo cotidiano, recomponiendo tejidos que han sido rotos, deshilachados o desanudados. La ciudad colombiana de Villa de Leyva será una magnífica herramienta de pensamiento, de trabajo y de proyecto: nos enseñará su trayectoria, a través de la cual los alumnos aprenderán errores y aciertos, y será un magnífico ejemplo donde poder analizar los diferentes fenómenos y a la cual se puedan aplicar posteriormente las ideas que surjan de este evento con la participación de la población, la academia y la administración.

El FORO constituye entonces un escenario de reflexión acerca de la situación actual del patrimonio y su revitalización post pandemia desde tres tejidos diferentes y a la vez imbricados dentro de la misma tela sociocultural:
– El tejido social.
– El tejido urbano.
– El tejido arquitectónico.

Por su parte el TALLER (workshop) constituye un campo de análisis y proyectación que intentara tejer nuevamente vida con materia, es decir, sociedad con ciudad. Podéis consultar aquí la programación completa.

 

 

¿Qué es el urbanismo táctico? Intervenciones de acupuntura urbana destinadas a generar calles amables llenas de vida, capaces de vincular espacio público, ciudadanía y movilidad. Su función es conseguir, de forma experimental, visibilizar los problemas de un punto concreto de la ciudad y sus posibles soluciones a través de instalaciones temporales y acciones urbanas puntuales. Este tipo de técnicas urbanas ha de englobarse dentro de estrategias y metodologías más amplias, y a largo plazo, que tengan en cuenta al resto de la ciudad. Es decir, las tácticas urbanas sirven para ensayar (y por tanto, mejorar en un futuro) medidas de transformación urbana, formando parte de un plan más amplio que incluya otro tipo de intervenciones y acciones en constante evaluación.

¿Qué es la semana europea de la movilidad? «Es una campaña dirigida a sensibilizar, tanto a los responsables políticos como a los ciudadanos, sobre las consecuencias negativas que tiene el uso irracional del coche en la ciudad, tanto para la salud pública como para el medio ambiente, y los beneficios del uso de modos de transporte más sostenibles como el transporte público, la bicicleta y los viajes a pie. Esta iniciativa surgió en Europa en 1999 y a partir del año 2000 contó con el apoyo de la Comisión Europea. Se celebra cada año, del 16 al 22 de septiembre, realizando actividades para promocionar la movilidad sostenible y fomentando el desarrollo de buenas prácticas y medidas permanentes».

El 22 de septiembre se celebra además el evento ¡La ciudad, Sin coche! (en otras ciudades, el Día Sin Carro) origen de esta iniciativa europea, que pretende encontrar nuevas soluciones a los problemas asociados al aumento del tráfico en las ciudades.

Bogotá, #DíaSinCarro2015. Imagen: @estudioatope

¿Qué proponemos y solicitamos? La peatonalización de Calle Andújar durante el día 22 de septiembre para experimentar durante un día cómo sería cederlo a los peatones. ¿Por qué?

  • Se fomentaría el Camino Seguro Al Cole -> Se le da autonomía a los pequeños.
  • Se facilitaría la entrada y salida al colegio aumentando la distancia de seguridad y disminuyendo la contaminación, ideal para estos tiempos de pandemia.
  • Se favorecería el paso a pie por la calle, lo que incrementaría los recorridos y visibilizaría más los comercios que se encontrasen en esta vía.
  • Se cede una calle con poco paso de vehículos a los peatones, quienes la usan con mucha frecuencia en los horarios en los que funciona el centro educativo.
  • Se verían los aciertos y también los posibles errores a subsanar en caso de pensar en una peatonalización definitiva de este espacio como pedíamos aquí: señales de tráfico que se habrían de disponer, alternativas de circulación, uso y disfrute de la calle, modificación del entorno, beneficios para los escolares, oposición o conformidad por parte de la ciudadanía, necesidades de los vecinos, deseos de los usuarios, demandas de los comerciantes, etc.
  • Proponemos una calle con aceras llenas de vida, donde no prime solamente la cualidad espacial y la calidad formal meramente arquitectónica propias del diseño urbano, sino que sea una calle inclusiva, diversa, amable y saludable.
  • «Si diseñas una calle que funciona para los niños has diseñado una calle que funciona para todos», Tonucci.


SE PODRÍA:

  • Delimitar la calle con vegetación para impedir la entrada de vehículos: Buscar algún vivero (municipal o particular) que cediera plantas durante un día para cerrar la entrada y salida de la calle. Si no, siempre está la opción de que los padres aportemos las nuestras.
  • Difundir la acción para que los usuarios de esta calle y de las calles anexas conozcan el cambio de uso efímero de esta calle y puedan conocer con anterioridad las alternativas para circular por la zona sin que reine el caos y el enfado.
  • Sacar mobiliario del cole a la calle durante la mañana.
  • Utilizar mobiliario del ayuntamiento durante el resto del día (incluso, que los vecinos saquen sus sillas y se sienten por la tarde (guardando las distancias de seguridad).
  • Que alguna clase pueda usar la calle durante el recreo (esto serviría para que los patios estuvieran más despejados y asegurar muchísimo más la distancia de seguridad).
  • Aprovechar para recoger la opinión de usuarios, vecinos y ciudadanía en general. Especialmente sería importante recoger las sensaciones de los más pequeños, que sean pequeños pensadores urbanos y que expresen cómo se han sentido, cómo se podría mejorar su entorno (qué les ha gustado, qué no y qué proponen). Éste es un ejercicio de observación y de análisis, que además incentiva su creatividad, su imaginación y el trabajo en equipo dentro de una experiencia real.
  • Dibujar en la calzada los trazos esquemáticos del pavimento típico del centro histórico de la ciudad como se ha hecho en otras ciudades, sin propiciar la contaminación o ruido visual (que ya se ha dado en algunos lugares) y ensayando la negociación de los implicados en los cruces cercanos al cole:

«El suelo de una #ciudad que vio nacer a sus habitantes, es el fiel testimonio que revela el amor o la desidia de los que comparten esas tierras; los unirá o los separará para siempre», Vía INICIATIVAS, andamios para las ideas. Imagen: el Creata

El pasado año, María Toro Martínez y el psicólogo Juanjo Imbernon Barbudo, escribieron un trabajo que relacionaba Gestalt y Urbanismo. Un trabajo que hablaba de que nuestra actitud en la ciudad (desde cómo nos movemos, cómo nos relacionamos en el paseo, en una plaza, etc, hasta si somos más o menos ciudadanos productivos) podría estar muy en contacto con los principios básicos de la Gestalt (el todo, el contacto, la responsabilidad y el darse cuenta). Es un trabajo extenso, por lo que lo vamos a dividir en varios post, siendo éste el de la introducción y la conclusión al mismo tiempo.

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Gestalt y urbanismo

Pensar en lo que tienen que ver estas dos disciplinas, puede parecer extraño a priori. Sin embargo, la Gestalt, como corriente humanista que se aproxima al ser humano desde todos sus ámbitos viéndolo como un todo, está íntimamente relacionada con la ciudad. En este trabajo, se pretende enlazar algunos conceptos relevantes en Gestalt con el lugar donde se desarrolla gran parte de nuestra vida: la calle/ciudad. A la vez, invitamos a reflexionar sobre nuestro papel en ella.

Según Fritz Perls, “el hombre moderno vive en un estado de vitalidad mediocre. Aunque por lo general no sufre hondamente, sabe poco acerca de lo que es vivir en forma verdaderamente creativa. En lugar de ello, se ha convertido en un autómata angustiado. Está escrito desde el credo que la humanidad puede llevar una vida más plena y rica que como la mayoría vivimos en la actualidad”. Él tenía la absoluta convicción de que el hombre aún no ha comenzado a descubrir el potencial de energía y entusiasmo que existe en él. Esto es vital de cara a nuestra actitud frente a la vida y también en relación a la ciudad, para darnos cuenta de todo lo que podemos aportar y mejorar en nuestras ciudades desde nuestro conocimiento local, cercano y experiencia.

De acuerdo con Dewey (2003), el objetivo final de las instituciones que hemos creado como sociedad es el de apoyar el desarrollo del individuo. Se trata de pensar la sociedad como una estructura humanocéntrica. Desde este punto de vista, deberíamos construir un entorno que apoye, en la medida que pueda, el desarrollo humano y la calidad de vida recuperando “el protagonismo del espacio público, hoy olvidado, como el lugar de convivencia que ha permitido a la humanidad desarrollarse con plenitud“ (Freire, 2011), para lo que será fundamental regenerar la diversidad de las ciudades a través del modelo de ciudad histórica (compacta, diversa, con mezcla de usos, etc), facilitar la creatividad colectiva y la resolución de problemas de forma colectiva e innovadora, así como facilitar la movilidad para incrementar los encuentros inesperados que fomenten el contacto, los paseos conscientes, la presencia de niños en la calle, los comercios de barrio y los ojos en las calles.

 

>> (I) EL TODO ES MÁS QUE LA SUMA DE LAS PARTES

>> (II) EL CONTACTO

>> (III) LA RESPONSABILIDAD

>> (IV) DARSE CUENTA, AQUÍ Y AHORA

«Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo», Eduardo Galeano

 
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Espejo, R. (2016). Desarrollo humano y participación comunitaria. Algunas reflexiones desde el enfoque gestáltico de Paul Goodman. Revista latinoamericana (23), 1-17.

Holston, J. (2008).La ciudad modernista y la muerte de la calle. Antípoda (7), 257-292.

Jacobs, J., & Abad, Á. (1973). Muerte y vida de las grandes ciudades. Madrid: península.

Martín, A. (2013). Manual práctico de psicoterapia Gestalt. Madrid: Desclée De Brouwer.

Perls, F. (1976). El enfoque Gestalt y Testigos de Terapia. Madrid: Cuatro vientos.

Tonucci, F. (2015). La ciudad de los niños. Grao.

http://arzucomunicacion.lunaazul.org/2016/09/05/teorias-de-la-gestalt/

https://www.ballenablanca.es/jacobs-o-el-elogio-de-la-acera/

https://elblogdefarina.blogspot.com/2009/02/jane-jacobs-destellos-de-sostenibilidad.html

https://www.eldesconcierto.cl/2019/10/30/fotos-estudiantes-de-arquitectura-protestan-dibujando-con-tiza-costosos-departamentos-de-17m%c2%b2-en-plaza-italia/

https://elpais.com/elpais/2016/08/17/eps/1471385101_147138.html

https://www.elsaltodiario.com/especulacion/isabel-martin-eva-morales-ciudad-sostenible-existe-centro-urbanismo-gentrificacion

http://juanfreire.com/algunas-ideas-para-la-recuperacin-del-espacio-pblico/

https://www.instagram.com/p/BmQYzKOAuLg/?igshid=uan1b2dbyi3w

https://www.plataformaarquitectura.cl/cl/927145/como-la-arquitectura-puede-combatir-la-ansiedad?fbclid=IwAR17JZMbBMN_7mmiBU3rdf5OazV0cTxEXR-QS3Vuq4DX3mHh2L_DsYm7Zh8

https://revistailustres.com/r2/2018/07/05/el-diseno-arquitectonico-y-las-leyes-de-la-gestalt/

http://www.stepienybarno.es/blog/2015/01/07/colectivos-de-arquitectura-y-gestalt/

http://www.stepienybarno.es/blog/2014/12/16/las-tres-arquitecturas-arquitectura-de-la-razon-arquitectura-de-la-emocion-y-arquitectura-de-la-accion/

https://www.traveler.es/viajeros/articulos/mapas-olores-ciudad-smellmaps/11780?fbclid=IwAR3cKqo_ABBztN2SN1IC9_ts-HrPJXtsNui7im4ImK_7rinkXguOqaPYZBU

https://twitter.com/vcabellov/status/1187431748067561477

https://www.univision.com/noticias/citylab-arquitectura/diez-frases-de-jane-jacobs-para-amar-a-nuestras-ciudades

https://veredes.es/blog/maushaus-jorge-raedo-·-publicacionrevistaeducacion-amag-revista-de-arquitectura-para-ninos/

https://www.yaencontre.com/noticias/casas/una-arquitectura-conectada-las-emociones/

 

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El todo es más que la suma de las partes

El concepto de Gestalt fue desarrollado originalmente por un grupo de psicólogos alemanes que trabajaban en la percepción. Ellos demostraron que el hombre no percibe las cosas como entidades sin relación y aisladas, sino que las organiza mediante el proceso perceptivo, en totalidades significativas o figuras globales que constituyen algo mayor que la mera suma de esas entidades.Como consecuencia, la Gestalt propone contemplar al ser humano tal cual es, como un todo, un entero, y examinar su comportamiento tal cual se manifiesta en el nivel aparente de la actividad física y en el nivel inaparente de la actividad mental. En resumen, la premisa básica de la psicología de la Gestalt es que la naturaleza humana se organiza en formas o totalidades y es vivenciada por el individuo en estos términos. Por ello, se aboga por una visión holística de la vida y por intentar conseguir una integración del mundo cerebral, emocional y conductual.

Llevándonos esta máxima de que “el todo es más que la suma de sus partes” al terreno de la ciudad, a sus calles y edificios, parece lógico pensar que las ciudades tienen una entidad propia que es mucho más que la suma de sus vacíos (calles y plazas) y sus llenos (edificios) practicados por ciudadanos. No es sólo arquitectura, son infinitas disciplinas las que componen la ciudad y las que hacen falta para diseñarla, mejorarla y protegerla. Es más, cada parte se interrelaciona con las demás como piezas de un puzzle que encajan, se superponen y conviven para conformar algo únicoy característico (especialmente en los centros históricos). Sin embargo, en el panorama actual las ciudades están perdiendo su identidad: “La ciudad es hoy en día un rompecabezas inconexo que se produce por fragmentos y a saltos tantas veces impredecibles, con un sentido de comunidad decreciente” (Freire, 2011). ¿Qué está ocurriendo con las ciudades?, ¿hacia dónde vamos? “Cada ciudad, permíteme que te diga, tiene su propio olor”, escribía E.M. Forster en ‘Una habitación con vistas’. ¿Sigue siendo esto verdad o las ciudades cada vez huelen más igual? Uno de los aspectos más negativos de la globalización es la homogeneización que, por supuesto, también afecta a las ciudades. Se quieren bares con la misma imagen, barrios históricos que presenten un mismo escenario tematizado y turistificado, etc, etc. Una de las consecuencias derivada de estas prácticas es la pérdida de identidad de las ciudades, del desvanecimiento de su historia, cuando su riqueza está en percibirlas tal como son, identificarlas y disfrutar de las cualidades de cada una de ellas: el frío del norte, la calidez del sur, la silla en la puerta de la casa,…

Jacobs (1961) se preguntaba qué es lo primero al pensar en una ciudad: sus calles. En todas, no sólo unas pocas. No podemos quedarnos con la experiencia de unas cuantas, sino con la suma de la red urbana. Si hago esto, si me quedo, por ejemplo, con que «en Jaén no hay na‘», estoy negando la parte viva, patrimonial y creativa que sí ofrece posibilidades a la ciudadanía. “Cuando las calles de una ciudad ofrecen interés, la ciudad entera ofrece interés; cuando presentan un aspecto triste, toda la ciudad parece triste. Cuando la gente dice que una ciudad o parte de la misma es peligrosa o que es una jungla, quiere decir principalmente que no se siente segura en sus aceras”. Hay una clara diferencia en cómo nuestros niños se relacionan ahora con la calle: antes solíamos jugar solos en la calle, ir solos al colegio, que no era tanto ir solos sino acompañados por otros padres que iban en el camino al cole, por los ojos de la panadera de la esquina, del frutero que todos conocían. Podíamos jugar en la plaza con los demás niños hasta que alguna madre nos llamaba desde la ventana. Ahora esto es impensable, inseguro. Según Tonucci (2016) les hemos quitado autonomía a los niños (“muchos de los males actuales de la juventud se deben a que los niños salen del cascarón tarde, con demasiadas ganas de vivir todo aquello que no han podido hacer bajo la tutela de las personas adultas”) y las calles son inseguras porque no hay niños en ellas (“Su presencia obliga a los adultos a tener cuidado. Son la seguridad más barata y sencilla”). Si una calle es segura, habrá niños y mayores, “un niño que se mueve con sus progenitores es un hecho privado. Aunque se porten mal los padres, no es fácil intervenir. Un menor que va solo es un hecho público. Por malos que seamos, prácticamente nadie rechaza ayudar a un niño” (Tonucci, 2016). “Si una ciudad es adecuada para la vida cotidiana de los niños quiere decir que es una ciudad segura, con poco tráfico, escasa delincuencia, con redes sociales estables en los barrios que cuidan colectivamente de sus niños” (Raedó, J.).

 

Juanjo Imbernon Barbudo, Psicólogo

María Toro Martínez, Arquitecta

 

El contacto

Todo esto nos lleva a un concepto fundamental en Gestalt: el contacto. A través del contacto cada ser humano tiene la posibilidad de encontrarse en forma nutricia con el mundo exterior, realizando una incorporación o intercambio de alimentos, afectos, etc. Como dijo Perls (1976): “el contacto empieza a funcionar cuando se encuentra el sí mismo con lo que le es ajeno”.

Una de las características del neurótico es que no puede establecer un buen contacto ni organizar su retiro de él. Su ritmo contacto-retiro está descompuesto. El contacto y el retiro, en su forma rítmica, son nuestros medios de satisfacer nuestras necesidades, de continuar los procesos siempre en transcurso que constituyen la vida misma. Este “conectarse con” y “retirarse del” ambiente, esta aceptación y rechazo del ambiente, son las funciones más importantes de la personalidad integral. Todas las perturbaciones neuróticas surgen de la incapacidad del individuo de encontrar y mantener el equilibrio adecuado entre sí mismo y el resto del mundo (Perls, 1976).

Pensemos ahora en nuestras ciudades, pueblos y barrios. Los centros históricos, cada vez más preparados para ser escenarios para el turista y especializados en albergar usos administrativos, con unos horarios de vida durante el día que lo dejan muerto durante la noche. Si una ciudad dormitorio no tiene servicios suficientes como espacios para los niños, tiendas donde comprar lo básico, equipamiento sanitario, etc, se convierten en calles fantasma por las que sólo circulan vehículos. No hay contacto, ni con nuestro entorno, ni con otros ciudadanos. Y como se sostiene desde la Gestalt, el contacto es una de las principales necesidades psicológicas del ser humano. La persona que puede vivir en un contacto significativo con su sociedad, sin ser absorbido enteramente por ella y sin retirarse completamente de ella, es la persona bien integrada. El fin de la psicoterapia es que las personas sean capaces de alcanzar este estado. Por lo tanto, si construimos o fomentamos espacios fríos, mecanizados, sin vida… si construimos un entorno que evite el contacto en lugar de propiciarlo, promovemos la individualidad, la soledad, la falta de confianza y seguridad tanto en la propia calle como en las demás personas.

Probablemente, los límites de la exposición sean uno de los principales obstáculos con los que nos encontramos en la calle para actuar en consonancia con nuestras necesidades (de contacto). Es el temor de ser mirado, observado, reconocido. Es el temor a ser etiquetado, a llamar la atención, a hacer el ridículo. Está íntimamente unido al juicio negativo que los demás hagan de nosotros. El estar viviendo de acuerdo a lo que llamamos “de cara a la galería” consume una gran cantidad de energía y, a la larga, nos crea confusión y alejamiento de nosotros mismos. Nuestra identidad y personalidad se pueden ver afectadas profundamente, y toda nuestra persona sufre con esta actitud de aparentar lo que no es.

Pero como dijimos antes, no sólo el contacto es imprescindible, también la retirada. El ritmo contacto-retirada es necesario para el buen funcionamiento del organismo, y la ciudad es un escenario perfecto para practicar y nutrirnos de ese conectarse y desconectarse que tanto necesitamos. Es una fuente inagotable (de momento) de: yo te toco, te hablo, te escucho, te sonrío, te conozco, te quiero, y también me desconecto y estoy solo. En el proceso normal de crecimiento aprendemos por ensayo y error, poniendo a prueba nuestra vida y nuestro mundo, tan libre e ininterrumpidamente como sea posible, y esos espacios que compartimos con otras personas son el laboratorio perfecto para ensayar y errar, y por tanto, crecer.

Como señala Ángeles Martín en su libro “Manual práctico de psicoterapia gestalt”, la persona finaliza el contacto por varias razones: porque ha quedado satisfecho con el intercambio realizado, porque vive la vida de forma apresurada y pasa de una cosa a otra sin haber concluido la situación anterior o cuando, en su fantasía, imagina que una amenaza se aproxima. Tristemente, el primero de los tres es el menos frecuente de todos en lo que se refiere a los intercambios humanos que tienen lugar en la calle. Otras formas de interrumpir el contacto serían: Clavando la mirada rigidizándola, no mirando (solemos pensar que si no miramos a los demás, los demás tampoco nos miran a nosotros) o mirando sin ver (actitud bastante extendida). La mayoría de las veces no recordamos las características de los lugares que visitamos, circulando por el mundo mirando sin ver.

La calle puede ser un gran laboratorio urbano y social para entender y ser conscientes de cómo somos, desde dónde hacemos las cosas y cómo nos movemos a diario. Ésta es entendida básicamente como una formación lineal y constituye el elemento de transición entre espacios privados y públicos. A día de hoy, la mayoría de nuestros trayectos los realizamos en coche, los contactos cotidianos en las aceras disminuyen, las tiendas de barrio son unas supervivientes, los centros comerciales aumentan su número y los habitantes de los núcleos tradicionales son expulsados de sus barrios bien por olvido institucional bien por convertirse en barrios de moda en los que son incapaces de vivir. Si perdemos estos espacios de transición, lo privado y lo público quedarán cada vez más alejados entre sí.

En este proceso de distanciamiento y aislamiento que nos produce el miedo, la rutina, el estrés y la desconfianza perdemos las oportunidades que la calle nos brinda para desarrollarnos como seres humanos a través de su diversidad, impredecibilidad, espontaneidad y caos. La Gestalt nos dice que seamos capaces de disfrutar del caos, de la casa revuelta,… eso quiere decir que hay vida, que hay gente usando esa casa. Jacobs (1961) abogaba por el caos que es inherente a un lugar donde cohabitan millones de personas. Ella era una decidida partidaria de un proyecto de ciudad y una filosofía de la planificación urbana que no dieran la espalda a la vida y el desorden que necesariamente ésta conlleva. Cuanto más planifico y ordeno un espacio público, menos vida y diversidad dejo que exista. Por ejemplo, el espacio público privatizado mediante las terrazas de los bares y despojado de bancos y espacios para estar sin hacer gasto, determina el tipo de consumidor (no ya usuario), los horarios en los que hay ojos en la calle y discrimina a las clases con menos poder adquisitivo. “Hay que proteger la vivacidad: un gran exceso de control genera ciudades más funcionales, más secas, menos creativas”, Mary Rowe. En la misma línea, Tonucci defiende que en “la ciudad histórica, alrededor del mercado, el símbolo del encuentro, había ricos y pobres […] Eso enriquecía la ciudad. La llegada de la gente del campo para trabajar en la industria fomentó la periferia y la desertización de los centros históricos, que compraron los bancos y el comercio. Tras la Segunda Guerra Mundial, las ciudades se diseñaron para hombres adultos y con trabajo. Se pensaba que si eran buenas para el jefe de la familia, lo serían también para sus mujeres y los hijos”. Crear un lugar específico para ellos (como los parques especializados) es una forma de segregarlos, de excluirlos.

El ideal de una comunidad democrática es crear una sociedad con las mismas características, una comunidad en la cual, a medida que sus necesidades lo determinen, cada miembro participe en beneficio de todos. Tal sociedad se desvela por su contacto con sus miembros; y el límite entre el individuo y el grupo está claramente delineado y es claramente sentido. El individuo no está al servicio del grupo, ni el grupo está al servicio de algún individuo. El principio de homeostasis, de autorregulación, gobierna dicha sociedad.

Fotografía tomada por Jose Jurado en Villanueva del Duque (Córdoba) en verano de 2011

Juanjo Imbernon Barbudo, Psicólogo

María Toro Martínez, Arquitecta

 

 

La responsabilidad

La terapia Gestalt permite a la persona transitar lo que le es difícil para aprender a hacerse cargo de sí misma. Funciona como un laboratorio de empoderamiento, en el cual aprendemos a sostener la propia responsabilidad desde un mínimo de bienestar, no desde la angustia. La responsabilidad es la capacidad de responder por nosotros mismos. Y no se trata de una obligación, si no de subrayar una obviedad. Como dice Claudio Naranjo en La vieja y novísima Gestalt: “La responsabilidad no es un deber sino un hecho inevitable. Somos los actores responsables de cualquier cosa que hagamos. Nuestra única alternativa es reconocer tal responsabilidad o negarla. Y percatarse de la verdad, nos cura de nuestras mentiras.”

Fritz Perls, padre de la Gestalt entendía que ser responsable significa tomar las riendas de mis propias acciones y aceptar mis sentimientos. Ser responsable no significa decirnos a nosotros mismos cómo “deberíamos” actuar o sentir, sino asumir nuestro propio poder de decisión en cada elección, aceptando también las consecuencias de éstas. Yo respondo por mí es la esencia de la responsabilidad. En los planteamientos de la Gestalt, las especulaciones y los razonamientos pasan a un segundo plano y lo que prima es la intuición, lo obvio, “ya que lo importante es el cómo y no se da demasiado juego a los porqués y las interpretaciones”.

Desde la Terapia Gestalt se hace mucho hincapié en que el paciente se haga responsable, de hecho, es uno de los principios básicos de esta terapia junto con el Darse Cuenta y el Aquí y Ahora. En terapia se le señala al paciente que se reapropie de lo suyo y de esa manera pueda hacer algo distinto de lo que viene haciendo hasta el momento. Y con este mismo objetivo lo incluimos aquí, con la esperanza de que los ciudadanos nos empoderemos, nos reapropiemos de nuestra responsabilidad para con nuestro entorno físico y social y podamos hacer algo distinto: darnos cuenta (analizar el entorno), responsabilizarnos (derechos y responsabilidades urbanas) y actuar apropiándonos del espacio y proponiendo soluciones desde la experiencia y no tanto desde el conocimiento técnico.

¿Podemos responsabilizarnos de ser ciudadanos proactivos, de nuestro papel en la ciudad, de tomar conciencia de que somos capaces de mejorar nuestras calles? “Las aceras y quienes las usan no son beneficiarios pasivos de la seguridad o víctimas indefensas de un peligro. Las aceras, sus usos adyacentes y sus usuarios son partícipes activos […]”. La ciudad (construida por ciudadanos durante siglos) determina nuestra actitud, sensibilidad y emoción al pasar por un sitio determinado u otro; nuestra manera de sentir el día a día es distinta si se reside en un barrio con lazos de vecindad y confianza tejida a lo largo del tiempo a través de pequeños contactos cotidianos, a un barrio dormitorio carente de tiendas de barrio, colegios, equipamientos públicos, etc. Entendiéndonos como actores y no como meros espectadores, proponemos retomar nuestra capacidad de actuar sobre lo que nos rodea a través del darse cuenta, de nuestra presencia o nuestra forma estar en la calle.

#verdEA @estudioatope, imagen realizada por Inma Martínez

 

Juanjo Imbernon Barbudo, Psicólogo

María Toro Martínez, Arquitecta

 

Darse cuenta / Aquí y ahora

Como se señaló previamente, el Aquí y Ahora y el Darse Cuenta son aspectos centrales de la terapia gestalt. “Desde el propio Perls hasta sus mayores influencias como el filósofo existencialista Martin Buber o la gran mayoría de sus seguidores, eran judíos que huían de la Alemania nazi, y planteaban una nueva forma de vida que se alejara de la opresión y persecución sufrida. Ese estar siempre pendientes de que les podían tirar la puerta abajo y llevarles en el furgón, tiene mucho que ver con el aporte de su aquí y ahora” (Stepien y Barno, 2017).

En Gestalt, la capacidad de darse cuenta o toma de conciencia (awareness) podría describirse como la melliza desdibujada de la atención. El darse cuenta es más difuso que la atención, implica una percepción relajada en lugar de una percepción tensa, llevada a cabo por la persona en su totalidad. Es la capacidad que tiene todo ser humano para percibir lo que está sucediendo dentro de sí mismo y en el mundo que le rodea.

Dentro de la experiencia se pueden distinguir tres tipos o zonas de darse cuenta:

– Darse cuenta de sí mismo o zona interna: Sensaciones propioceptivas

– Del mundo exterior o zona externa: lo que percibimos con los sentidos

– De la zona intermedia o zona de fantasía: en medio de los dos… todo lo que ponemos en conceptos, gustos, juicios…)

El neurótico encuentra difícil participar plenamente en el presente, le interfieren sus asuntos inconclusos del pasado o del futuro. Sus problemas existen en el aquí y ahora, y sin embargo, muy frecuentemente hay sólo una parte de él aquí como para encararlos.

Uno de los pilares de la Gestalt es trabajar con lo que el paciente experimenta en el momento presente restándole importancia al pasado y al futuro: a lo que nos ancla a lo que pasó o a la fantasía de lo que pasará. Lo importante es tomar conciencia de la realidad, de cómo nos sentimos, de cómo está nuestro cuerpo.

La terapia gestáltica, antes que una terapia verbal o interpretativa, es una terapia vivencial, donde se insta al paciente a darse cuenta de cuál es su relación como individuo con respecto al medio en el que se desenvuelve. Esta relación está en función de un percatarse interno (¿cuáles son mis necesidades, cuáles mis deseos?) y de un percatarse externo (que estímulos me afectan del entorno, cómo capto su organización, los lazos y las leyes que lo determinan, etc). Se relacionan con el darse cuenta la atención y la concentración, es decir, el percatarme de qué ocurre dentro y fuera de mí (atención) y la focalización de la atención (concentración) en un aspecto concreto del campo en el que me hallo. Relacionados con este darse cuenta más genuino estarían el continuo de atención y la atención flotante.” (Montero Regales, citado por Stepien y Barno, 2017).

Si trasladamos todas sus enseñanzas a la ciudad, podríamos preguntarnos: ¿cómo nos movemos por la ciudad?, ¿caminando tranquilamente o gritando el movimiento del de al lado desde el interior de nuestro vehículo?, ¿de forma mecánica, absortos, de una forma rápida y violenta que nos hace rechazar el contacto y hasta enfadarnos con él, o de una forma consciente y tranquila? ¿Qué pasaría si camináramos de una forma consciente con lo que nos rodea y de quienes nos rodean? El darse cuenta no puede ocurrir cuando no estás en el momento presente, en la experiencia del aquí y ahora. Sólo rompiendo lo mecánico podremos experimentar el presente y por tanto, darnos cuenta.

Un ejemplo de las infinitas posibilidades que tenemos para cambiar nuestra presencia en la ciudad es la planteada por Kate McLean, quien cartografía olores, olores de ciudades que explora con la nariz por delante, en paseos olfativos que la artista y diseñadora llama smellwalks. “Mis smellmaps están deliberadamente diseñados como un desafío. Son una invitación a la disidencia y al desacuerdo que, espero, anime a los transeúntes a caminar, oler y experimentar el paisaje de los aromas. Además, nos ayudan a apreciar la diversidad cultural y geográfica de un lugar. Visitar una ciudad utilizando múltiples sentidos es mucho más enriquecedor: permite cuestionarnos lo que los ojos nos cuentan de ese sitio, nos coloca como animales humanos dentro del contexto ecológico de nuestro entorno, y la novedad ralentiza nuestros pasos, posibilitando el descubrimiento de cambios alrededor que, de otro modo, podríamos pasar por alto”.

Imagen: Película Kung Fu Panda

 

 

Juanjo Imbernon Barbudo, Psicólogo

María Toro Martínez, Arquitecta

 

Este confinamiento nos ha servido para retomar muchas tareas que teníamos pendientes en lo profesional y formativo, como este curso #MOOC Educación y Patrimonio de la Universidad de Granada que está muy acorde con nuestro trabajo sobre metodologías participativas en arquitectura y urbanismo sensible. La última actividad de uno de los módulos es la descripción y análisis de carteles, y hemos elegido éste que se diseñó en Francia durante las revueltas estudiantiles de Mayo de 1968:

Mayo del 68 fue el escenario de protestas estudiantiles de izquierdas frente al capitalismo y a la sociedad de consumo en la que se veían inmersos, y a la que posteriormente se sumarían grupos de obreros industriales y, en menor medida, los sindicatos y el Partido Comunista francés. «Lo importante para nosotros no es elaborar una reforma de la sociedad capitalista, sino lanzar una experiencia de ruptura completa con esa sociedad; una experiencia que no dure pero que deje entrever una posibilidad: percibimos otra cosa, fugitivamente, que luego se extingue. Pero basta probar que ese algo puede existir». (Daniel Cohn-Bendit, entrevistado por Jean-Paul Sartre, Le Nouvel Observateur, 20 de mayo de 1968).

Fue también la primera experiencia globalizadora que aunó manifestaciones con un mismo punto común: defender los derechos ciudadanos. Ya fuera la «Guerra del Vietnam, el Movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos, la alternativa Hippie o el Rock and roll […], el macro concierto como el de Woodstock o la marcha sobre Washington del 26 de Agosto de 1963» (Cuadernos de Resistencia, 2010). Estos eventos se extendieron por varios países como “la República Federal Alemana, Suiza, España, México, Argentina, Uruguay, Estados Unidos y Checoslovaquia” (Cuadernos de Resistencia, 2010).

Los movimientos participativos también incidieron en el urbanismo, ya que se unía indiscutiblemente el derecho a la ciudad (Lefebvre, 1968) con los derechos ciudadanos. Esto, que parece de rabiosa actualidad, ya era defendido en los años 60: la vuelta a las ciudades compactas, ciudades lentas, medias, amables, aptas para el peatón, defensoras de las personas que desarrollan los cuidados (mujeres y abuelos) y de los que son cuidados (niños). En general, el resurgimiento de los movimientos ciudadanos está íntimamente relacionado con crisis financieras, sociales y/o económicas que muestran la disconformidad de la población con el sistema en el que vive. Todo esto, hoy en día, se ve reforzado por el acceso a las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación, a las que casi todo el mundo tiene acceso y que son el altavoz para muchas voces que no podrían ser de otra manera y que favorecen el debate y la crítica constructiva y, a la vez, la crispación y el odio.

Podemos hacer un símil entre los carteles que se realizaron en aquel mayo del 68 y los memes y mensajes que llenan las pantallas de nuestros dispositivos hoy en pleno confinamiento (marzo, 2020), ya que ambos han sido y van a ser, en sus distintos formatos, parte del imaginario histórico que nos va a ayudar a comprender el contexto en el que se producen en todas sus dimensiones (política, medioambiental, social, económica, comercial, etc). En mayo del 68 se emplearon como medio de difusión de la ideología de las protestas llenando las calles y formando parte del paisaje urbano y revolucionario de aquel París. «Los estudiantes y profesores parisinos ocuparon la Ecole des Beaux Arts y crearon el Atelier Populaire (Taller Popular), donde crearon cientos de esos carteles al servicio de la rebelión social que acababa de empezar. Declarados armas al servicio de la lucha, los pósters se distribuyeron gratuitamente por la capital francesa para intentar llegar a todas las clases sociales. En las barricadas, en las paredes de calles y fábricas y también en las manifestaciones se podían leer los mensajes de unas obras que, años más tarde, se convertirían en una de las imágenes gráficas más emblemáticas asociadas a un movimiento de carácter social y político, según explicó Kugelberg» (Noticiasdot, 2008). Uno de los carteles expuestos es el que he elegido con la conjugación del verbo Participar en francés hasta el último pronombre Ellos subrayado con otro verbo: beneficiar. Dando cuenta de cómo los poderes (ellos) pueden beneficiarse y aprovecharse de la sociedad trabajadora (que participa en el sistema). He elegido este cartel porque es susceptible de cambio: porque puede usarse para visibilizar que se puede participar desde la responsabilidad individual de cada uno (yo), pasando por la de todos los individuos que componen una sociedad, hasta hacerla llegar al poder técnico y político (ellos), que también saldrían beneficiados de lo que se conoce como Bottom-Up; es decir, participar desde abajo hasta arriba, desde el conocimiento de la experiencia y lo cercano.

Ahora, y más desde el confinamiento, la imaginación y la creatividad se ponen al servicio de la ciudadanía para protestar, para alegrar, para distraer, para ironizar, satirizar, etc. Para manifestar, de alguna manera, nuestro derecho a la opinión y también a la libertad de elegir quedarse en casa para cuidar y ser cuidados, para participar tanto en el buen desarrollo de todo esto (a veces tan irreal y con tintes de ciencia-ficción) como en la esperanzadora frase de Todo va a salir bien.

 

Bibliografía

Noticiasdot (2008). Los carteles reivindicativos de Mayo del 68. Consultada el 26 de marzo de 2020 en http://www.noticiasdot.com/wp2/los-carteles-reivindicativos-de-mayo-del-68/

Cuadernos de Resistencia (2010). Mayo del 68 Francia. Consultada el 26 de marzo de 2020 en http://cuadernosderesistencia.blogspot.com/2012/08/mayo-del-68francia.html

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