Jahenciano/a: Término que sirve para referirse a todo lo hecho en Jaén. En un documento fechado en Segovia el 9 de junio de 1466, Enrique IV decía que las monedas, los paños y otras cosas que se hicieren en Jaén deberían llamarse ‘Jahencianas’, que entonces se escribía con hache intercalada.
La pasada noche de Todos los Santos (31 octubre), dentro del programa ‘Jaén Genuino. El pasado sí tiene futuro’, la I Noche Jahenciana brindaba la oportunidad de visitar algunos de los monumentos enclavados en el Conjunto Histórico de nuestra ciudad en horario nocturno. La actividad era una reivindicación que tocaba varias conciencias:
1. INSTITUCIONES Y ADMINISTRACIONES PÚBLICAS Y PRIVADAS. Se reivindica la apertura de muchos monumentos que permanecen cerrados o con horarios imposibles; y también el cumplimiento de la ley, ya que algunos de ellos no siguen el Artículo 14.3 de la Ley de Patrimonio Histórico Andaluz: «Cuando se trate de Bienes de Interés Cultural, además se permitirá la visita pública gratuita, al menos cuatro días al mes, en días y horas previamente señalados, constando esta información de manera accesible y pública a los ciudadanos en lugar adecuado del Bien de Interés Cultural»). Además, según Raúl Beltrán García, «es necesario ir mucho más allá, hasta conseguir que todos, administraciones y colectivos privados, comprendan la rentabilidad social y económica que supone tener abierto al público el rico patrimonio arquitectónico y monumental de la capital».
2. CIUDADANÍA. Se reivindica superar la situación de olvido y marginación que han sufrido los barrios históricos de Jaén. Aún recuerdo mi primer día en la ciudad cuando le dije a amigos y familiares que me había ido sola a pasear por La Magdalena. Imprudente fue la palabra más repetida y pensada en mis primeras conversaciones con mis jiennenses. Y también recuerdo a aquel trabajador del Punto de Información que me atendió aquella mañana de enero hace ya casi 6 años: «No te preocupes, tardarás poco en visitar esta parte de la ciudad, no hay mucho que ver». Por ello, la masiva presencia de ciudadanos en esta actividad (pese a las quejas de algunos por no poder entrar a algunos monumentos), demuestra el interés que tiene la ciudadanía por conocer su Conjunto Histórico, por acercarse a él y por dejar de un lado la idea de que «en Jaén no hay nada que ver» (idea en la cual Estudio Atope no deja de trabajar, y que fue generada en parte por estos primeros pasos en la ciudad).
3. COLABORACIÓN. Apostar por la suma de todos los agentes que pueden, quieren y desean ayudar tanto en la conservación, promoción y difusión del Conjunto Histórico, como en mejorar el estado de degradación arquitectónica, urbanística, económica, turística, social y cultural que poseen aún muchos de estos barrios.