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Archivo de la etiqueta: Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico

La Ciudad Amable (en adelante, LCA) es una iniciativa de la Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía cuyo objetivo es abrir un nuevo camino en las políticas de intervención en el espacio público por parte de las administraciones, para que éste sea asumido como lugar de la colectividad mediante su activación social, cultural y económica. En el año 2013, Martos (Jaén) se adhiere al programa con el deseo de regenerar las 3 calles del entorno inmediato del Castillo; es decir, la Fortaleza Baja.

Con estas premisas, Estudio Atope (equipo encargado de la redacción del proyecto) comienza la elaboración del proceso de regeneración, facilitando que desde el análisis hasta su ejecución y devolución, la participación ciudadana estuviera presente. Para el equipo redactor será importante resaltar en todos los ámbitos que no sólo es deseable regenerar la dimensión física (arquitectónica y urbanística), sino que se pretende incidir en otras dimensiones como la social, medioambiental, económica, etc., para mejorar la calidad de vida de sus habitantes y apostar por un turismo amable y sostenible.

Este artículo se detiene en describir el análisis participado que dio lugar al proyecto de ejecución, cuyas obras comenzarán en 2020.

DÓNDE: EL LUGAR
El ámbito de intervención se ubica en el conjunto histórico de Martos (Jaén), situado en la parte alta del municipio por razones estratégico defensivas. El espacio público del entorno de la torre del Homenaje (calle Primero de Mayo), torre Almedina (calle Castillo) y el adarve medieval situado en calle Almedina, alberga gran parte de la memoria colectiva en sus estrechas y empinadas calles, salpicadas de lonjas y patines1.

POR QUÉ: MOTIVACIONES DEL PROYECTO
El núcleo antiguo de Martos ha sufrido, como muchos otros, un despoblamiento progresivo. Esto se debe a que la ciudadanía busca zonas más llanas y accesibles donde vivir, y a que durante mucho tiempo se ha apostado por crear nuevas zonas de urbanización mientras que los corazones de nuestras ciudades veían desaparecer comercios, habitantes y equipamientos básicos para el día a día.
Con el paso de los años se ha convertido en un barrio donde viven familias con escasos medios (familias inmigrantes que buscan rentas bajas) y población envejecida sin posibilidad de desplazarse (personas mayores que no quieren irse bien porque no pueden económicamente, bien porque sienten que el barrio es su casa aunque no les ofrezca las posibilidades que podría).

La sensación de inseguridad hacia el mismo es generalizada: tanto de las personas que viven en el barrio como de las de fuera. Sufriendo las primeras tanto los problemas de tráfico de drogas y robos (que provienen, supuestamente, de una sola vivienda), como el racismo que a veces se arroja sobre ellas. Todo esto ha convertido al barrio en una zona marginal que provoca que no exista ni apropiación hacia el mismo ni sentimientos de identidad que establezcan estrategias que lo protejan, mantengan y difundan. Por lo tanto, es complicado que quienes residen allí puedan percibir el entorno como suyo y que el resto de la población lo acoja como parte de su memoria histórica.
En este contexto, el primer paso fue diseñar un proceso participativo para establecer marcos de relación con el territorio, promover el apego hacia los espacios públicos para su desarrollo y difundir su patrimonio. En todos los momentos del proceso, se quiso implicar a:
> Vecinas y vecinos de las tres calles objeto de intervención: comunidad marroquí (familias con niños que se instalan definitivamente tras la campaña de la aceituna) y comunidad española (población envejecida y personas dedicadas al contrabando de droga). Fue fundamental diseñar actividades junto con las técnicas del área de Bienestar Social para implicar a las mujeres de la zona, tanto a las amas de casa de avanzada edad como a las mujeres marroquíes que no suelen participar de actividades y socializaciones en el espacio público.
> Asociaciones culturales y vecinales que trabajan en el barrio.
> Concejalías relacionadas: urbanismo, participación ciudadana, juventud y festejos, bienestar social, desarrollo local, educación, turismo y patrimonio.

Aprovechando el marco de LCA, la iniciativa de regeneración urbana integral partía de considerar la importancia del entorno elaborando un proceso participativo basado en escuchar a la ciudadanía, en establecer vínculos entre personal técnico y residentes, y entre estas personas con su territorio, para obtener un proyecto real adaptado a las necesidades del municipio. Otros retos eran:
> Asegurar la existencia de un grupo motor que trabajara en la propuesta desde abajo.
> Que el ayuntamiento mantuviera, desde arriba, la labor de fomentar la cohesión vecinal a través de las actividades iniciadas durante el análisis participado, que trabajase de forma multidisciplinar en ello a través de la colaboración entre concejalías y que asegurase de esta manera el mantenimiento del proyecto de ejecución a través de la apropiación forjada durante todo el proceso. El proyecto nacería así de las necesidades y demandas de la ciudadanía, asegurando la perpetuidad del mismo y, paralelamente, intentaría devolver la vitalidad y habitabilidad perdida a estas calles históricas.

PARA QUÉ: OBJETIVOS
1. Conseguir que en el diagnóstico participado se integraran la mayor parte de los actores urbanos afectados y/o implicados en el hecho de hacer barrio.
2. Coordinación con el resto de personas de distintas disciplinas que intervienen o habían intervenido en la zona (arqueología, historia, restauración, arquitectura, educación social, trabajo social, etc.), tanto desde la institución como desde asociaciones o colectivos por cuenta propia.
3. Enlazar las acciones de participación propuestas con las actividades dedifusión llevadas a cabo por parte de asociaciones, colectivos y el propio ayuntamiento. Fundar sinergias y fortalecer las ya existentes.
4. Establecer una reunión mensual que asegurase la cooperación entre distintas concejalías durante la duración del proyecto (con el deseo de que continúen periódicamente tras éste) y compartir la programación de cada una sobre la zona para su posterior coordinación.
5. Concienciar sobre la importancia de dar prioridad al peatón y difundir los valores de las “ciudades medias” (ESPINO HIDALGO, 2015) y las slow-cities.
6. Realizar actividades previas que tejan conexiones tanto con el espacio a intervenir como entre los vecinos y residentes en la zona, implicando activamente a la sociedad en las labores de regeneración y transformación urbana. La estrategia del proceso participativo afianzará la conservación y mantenimiento del proyecto trabajando desde la sensibilización, la educación, la puesta en valor del conjunto histórico, el contacto y el conocimiento. Es importante resaltar que para apropiarse de un espacio es necesario habitarlo, es decir, que “sus vivencias, aspiraciones, tiempos, ritmos y actividades se inscriban en el espacio y se dirijan al reconocimiento de los habitantes en la producción del espacio urbano (como deseo y necesidad de hacer)” (MARTÍNEZ, 2014).
7. Recoger las opiniones y demandas de los distintos colectivos e instituciones participantes durante las acciones, talleres y dinámicas participativas. Incluirlas en el proyecto tras su análisis técnico.
8. Generar funciones urbanas inexistentes a día de hoy en el tejido urbano histórico de Martos incluso desde las primeras actividades de participación. Funciones que deberían ser “definidoras del hecho urbano” (NAVAZO, 2015), capaces de fomentar las relaciones sociales y vecinales: niños y niñas jugando, turistas y/o marteños paseando, vecinos tomando el fresco en las puertas de sus viviendas…
9. Conseguir a través de los talleres, y también de otros cauces, el diálogo entre concejalías y el resto de ciudadanía:
> Crear una figura jurídica que vele por la integridad del proyecto: la Comisión de seguimiento o Consejo vecinal. Ésta aglutinaría bajo un mismo paraguas a distintas asociaciones, colectivos y ciudadanos a título individual. Si esto no fuera posible o viable, entonces al menos se desea formar un grupo motor para cumplir este objetivo.
> Firmar un Protocolo de actuación o Contrato de barrio entre Ayuntamiento y la nueva plataforma creada para asegurar un escenario de participación entre concejalías y el resto de ciudadanía tanto durante la duración del proyecto como en su posterior recepción por parte de los vecinos.
> Dar a conocer los elementos identitarios del municipio marteño en el espacio público para que sigan vivos en la memoria colectiva: el patín y la lonja.
> Impulsar y volver a implantar el comercio local y la artesanía de la zona como elementos propios que potencien el turismo, la empleabilidad y la economía.
> Seguir los preceptos que marca el PGOU de Martos y la Ley de Patrimonio Histórico Andaluz 14/2007.
> Elaborar un programa a largo plazo a cargo de las concejalías implicadas y del grupo motor (o de la colaboración de ambos), que contenga actividades para afianzar los vínculos con el territorio e implicar a la sociedad en las labores de mejora del mismo y para consolidar la conservación preventiva y la continuidad de los planes de rehabilitación y desarrollo. Se habrá de apoyar en los que ya tienen en marcha tanto ayuntamiento como asociaciones vecinales y culturales, para no cesar de realizar acciones de difusión, desarrollo y apropiación (tanto del lugar como del proyecto) hasta que empiecen las obras. Esto es muy importante, ya que muchas veces el tiempo que transcurre desde que se redacta un proyecto hasta su puesta en marcha se dilata bastante y
esto hace que se adormezca la ilusión y la atención vertida sobre el mismo. Durante la ejecución del proyecto urbano también se prevé desarrollar actividades paralelas como si de un Programa “Abierto por Obras” (Canal Patrimonio, 2016) se tratara.

PARA QUIÉN–A QUIÉN: ACTORES URBANOS
En una de las primeras reuniones entre personal técnico y ciudadanía, se trazó de forma colaborativa y a través de un sociograma, un mapa de actores específico para la zona de intervención cuyo análisis fue muy interesante.
También se describió el tipo de relaciones que se establecían entre ellos y cómo se podían fortalecer o mejorar en beneficio del barrio. Se detectan 3 grupos dentro del proceso de trabajo del análisis participado:
1. Instituciones: Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Martos, promotores del proyecto.
2. Parte técnica: personal técnico (hombres y mujeres) tanto del Ayuntamiento como de la Junta. En esta parte también se encuentra el equipo de redactor de proyecto, quién al elaborar y ejecutar paralelamente el proyecto participativo, sirve de facilitador entre los distintos actores y de coordinador de reuniones, acciones y actividades.
3. Ciudadanía: cualquier persona interesada a título individual, juntas directivas/representantes/vocales de diferentes asociaciones vecinales y culturales, centros educativos y centros religiosos.

CÓMO: METODOLOGÍA
Los métodos empleados para la consecución de objetivos se basaron en la puesta en valor y la difusión del legado patrimonial de Martos: si no sé lo que tengo que proteger, es imposible que lo proteja y lo respete. Se elaboró una estrategia basada en la generación de sentimientos de identidad, vinculados a lo local, lo emotivo y lo cercano. Se fomentó la concienciación social acerca de la importancia de la conservación y protección del patrimonio de nuestras ciudades no sólo como ciudadanía de las mismas, sino como ciudadanía, asumiendo la co-responsabilidad del acto de hacer ciudad, comprometiéndonos con el mantenimiento de sus valores. Esta toma de responsabilidad es la que garantiza la continuidad de los procesos participativos urbanos.
En primer lugar, se desarrolló un diagnóstico participado donde se usaron técnicas de creatividad social para conseguir un análisis colectivo de la zona de intervención. También se realizaron acciones urbanas para dar contenido a las calles antes de su transformación, experimentar el cambio positivo de plaza de aparcamiento a espacio público de disfrute, para trabajar en la unión vecinal y favorecer que los vecinos se identificaran con su espacio público.
Las acciones que se realizaron fueron las siguientes:
> Reuniones con personal técnico del Ayuntamiento para explicarles el proceso.
> Reuniones con vecinas y vecinos, asociaciones vecinales y culturales para explicarles el proceso y el proyecto.
> Reuniones mixtas de personal técnico y vecindad para realizar un mapa de actores involucrados (sus fortalezas y debilidades) mediante un sociograma.
> Reunión mixta donde se trazó un árbol de problemas con una posterior propuesta de árbol de soluciones en torno al ámbito objeto de estudio.> Encuestas online y a pie de calle.
> Mapeo colectivo en la calle como herramienta colectiva de diagnóstico participado.
> Priorización de acciones entre todos.
> Acciones de sensibilización y concienciación del espacio cedido por el vehículo al peatón: nos sumamos al movimiento global PARKing DAY y trabajamos con escolares de la zona en #educAcción.
> Devoluciones: acciones y visitas durante la ejecución de obra.
> Devoluciones: próxima exposición pública con toda la información recibida.

Con este análisis colectivo por parte de la ciudadanía (personal técnico de ayuntamiento, vecinos y vecinas a título individual y representantes de asociaciones vecinales y culturales), sumado al análisis técnico del equipo redactor y supervisión por parte de la Junta, se confeccionó el proyecto de ejecución priorizando acciones para las 3 calles objeto de intervención. Éste consiste en:
> Poner en valor y dar entidad a las dos entradas a la antigua Fortaleza (C/ Almedina y C/ Primero de Mayo).
> Subrayar la conexión entre las dos torres existentes (la del Homenaje y Almedina) a través de un pavimento que tenga coherencia con el espacio a actuar (las actuales lajas de piedra datan del año 2000 y son ajenas al municipio).
> Tener en cuenta las características urbanas y sociales del sitio.
> Favorecer en la medida de lo posible la movilidad.
> Aprovechar este movimiento de tierras para renovar las obsoletas instalaciones urbanas, cuya funcionalidad muchas veces se ve comprometida.

Las calles serán de uso mixto: peatón y vehículos rodados, dando prioridad a los primeros y cediéndoles el protagonismo que les fue arrebatado por los vehículos privados en los escenarios urbanos. Se definen itinerarios exclusivamente peatonales en el perímetro de las calles, se restringe el tráfico en la zona y también el aparcamiento (que será alterno a un solo lado de la calle según meses o quincenas, a decidir), se transforman 8-9 plazas de aparcamiento en espacio público de estancia con mobiliario urbano adecuado en rincones que ya existían en la memoria. Una apuesta del proyecto es mantener la identidad de elementos urbanos, por lo que se les da mayor entidad y presencia a los patines existentes para consolidar la vecindad y las noches de verano al fresco de la calle. Los distintos pavimentos empleados se han elegido para mejorar la movilidad y para evocar el antiguo empedrado marteño, perdido en el municipio a excepción de un pequeño tramo de una calle del centro histórico. Las pequeñas piezas de granito penetran hasta el antiguo adarve dialogando con la muralla existente.

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EVALUACIÓN: CONCLUSIONES Y RESULTADO
El proyecto participativo consiguió en sus fases iniciales atraer a un gran número de personas pertenecientes a diferentes colectivos, lo que abrió la diversidad de opiniones y de miradas hacia el lugar. Conforme avanzaba la fase de diagnóstico participado el problema era retener dicha atención cuando se incidía solamente en el espacio público, por lo que se elaboró un programa en colaboración con distintas concejalías para desarrollar actividades lúdicas a pie de calle en las que seguir recogiendo información y, sobre todo, mantener la vinculación de la población marteña con el proyecto.
Durante todo el proceso de análisis, el trabajo multidisciplinar que se desarrolló con las y los técnicos de las concejalías implicadas fue vital para la transferencia de conocimiento sobre el área en la que se estaba trabajando, ya que muchas veces se tenían percepciones distintas sobre un mismo problema por falta de tiempo para poder trabajar transversalmente. El proceso participativo fue una oportunidad espléndida para el intercambio de opiniones y la creación de propuestas de mejora integrales.
Las acciones que se desarrollaron en el espacio público respondieron a uno de los objetivos con los que habían nacido: llenar de contenido las aceras, sacar a la gente de sus casas, que se relacionaran entre sí, que opinaran de sus calles y su entorno y poder recoger sus demandas para trasladarlas a las instituciones implicadas. Otro objetivo casi alcanzado fue crear sinergias entre asociaciones y colectivos, y acercar la relación entre comunidades distintas para generar lazos de confianza más allá de las fronteras imaginarias (por ello fue muy simbólico que en todas las reuniones estuvieran representantes de las dos comunidades religiosas).
Dentro del proceso participativo, los niños y niñas tuvieron un papel protagonista al dedicarles varias jornadas para explicarles la importancia de su entorno y del cuidado y difusión del mismo. Se convirtieron en verdaderos pensadores urbanos, analizando y proponiendo; sintiendo que realmente podían ser parte del cambio para la mejora urbana de su barrio incorporando elementos de éste a su cotidianeidad: jugar en la calle, recoger mi basura, conocer a mis vecinos, comprar en mi barrio, reivindicar un espacio para estar con mis amigos, favorecer la convivencia a raíz del respeto entre diferentes,…

El diagnóstico participado quería conseguir que todos sintieran el proyecto como propio; si esto se hubiera conseguido al 100%, hubiera facilitado que se dieran los cauces necesarios para que desde la administración y desde la ciudadanía se siguieran proponiendo actividades a largo plazo en este espacio público para su dinamización y para reivindicar la importancia del peatón sobre el vehículo privado. Para seguir activando el barrio faltó institucionalizar el proceso a través de una figura jurídica que velara por los intereses de todos los ciudadanos, y dotarlo de compromiso a través de un protocolo de actuación o contrato de barrio. Las actividades de dinamización hubieran sido el marco idóneo para erradicar la inseguridad que provoca la zona, ya que como se ha comprobado en diversas ciudades, cuantos más ojos hay en la calle, cuantos más lazos de confianza hay, más seguros son nuestros espacios públicos (JACOBS, 1961).
Es fundamental mantener la ilusión del proyecto a través de la continuidad de acciones; y más aún, creer en él más allá de usarlo como recurso propagandístico. El análisis participado de Martos fue de una calidad excepcional gracias a sus participantes. Hay que seguir amasando la cohesión vecinal, fomentar la diversidad, aprovechar las propuestas esbozadas, ponerlas en práctica y relacionarlas entre sí para que el proyecto siga vivo una vez se retire el equipo técnico y se transfiera a ciudadanos y funcionarios.

* ARTÍCULO ORIGINAL PUBLICADO EN LA REVISTA PH98 *

BIBLIOGRAFÍA
• ABIERTO por obras (2014) Canal Patrimonio [en línea] <http://www.canalpatrimonio.com/abiertoporobras> %5BConsulta: 11/06/2019]
• ESPINO HIDALGO, B. DEL (2015) Ciudades medias, paisajes y espacios de transición: hacia una búsqueda de las claves de sostenibilidad del tejido histórico territorial del sur de la Península Ibérica. Barcelona: Departament d’Urbanisme i Ordenació del Territori. Universitat Politècnica de Catalunya, 2015) Disponible en: <https://upcommons. upc.edu/handle/2117/79373&gt; [Consulta: 11/06/2019]
• JACOBS, J. (2011) Muerte y vida de las grandes ciudades. Madrid: Capitan Swing, 2011
• MARTÍNEZ, E. (2014) Configuración urbana, habitar y apropiación del espacio. Barcelona: Universitat de Barcelona, 2014
• NAVAZO, M. (2014) 10 Mitos sobre movilidad urbana. The Metropolitan Mobility Observatory (MMO) [en línea] <http://observatoriomovilidad.es/en/news/295-10-mitos-sobre-movilidad-urbana.html&gt; [Consulta: 11/06/2019]

La Nueva Agenda Urbana (NAU), elaborada en Quito, es un documento que enumera una serie de objetivos “para lograr un futuro mejor y más sostenible en el que todas las personas gocen de igualdad de derechos y de acceso a los beneficios y oportunidades que las ciudades pueden ofrecer” (HÁBITAT, 2016). Constituye una amplia declaración de intenciones positivas para las ciudades y sus habitantes, que también presenta fuertes contradicciones: 

  • Fue redactado antes de comenzar el encuentro, por lo que los debates centrales se desvirtuaron. Además, “las personas que llegaron a la reunión oficial lo hicieron más para visibilizar proyectos, legitimar posturas y vender ilusiones que construir un horizonte para las ciudades” (CARRIÓN, 2016). Todo esto hizo que el foro se convirtiera en una especie de feria de exposiciones donde la ciudad fue tomada como objeto. 

  • En dicha redacción no participaron todos los agentes que intervienen en el acto de hacer ciudad, cuando en múltiples epígrafes se describe la importancia de contar con ellos y empoderarlos. Como expresa Borja (quien, junto con Fernando Carrión, organizó en Bogotá un foro alternativo a Hábitat III), la cuestión es si los gobiernos locales pueden ejecutar sus planes y proyectos, ya que son los Estados quienes “definen recursos, grandes infraestructuras, transportes regionales y nacionales, diseñan las políticas sociales, de vivienda, urbanística… pero no tienen sensibilidad ciudadana ni conocen la integralidad de la realidad urbana”. Refiriéndose al foro, Carrión (2016) afirma que “la cooperación internacional diseñó las políticas, los gobiernos nacionales se comprometieron y los municipios deberán acatar lo resuelto”; otra vez el consabido de arriba hacia abajo cuando lo que se promulga en el documento es justamente lo contrario. 

  • Se abusa del urbanismo de los conceptos, donde los objetivos son archiconocidos y han sido debatidos, estudiados y teorizados: frente a la inseguridad ciudadana propone una ciudad segura, frente a la ciudad de desigualdades sociales sugiere la inclusiva y diversa, etc. 

En resumen, se enumeran unos objetivos que en ocasiones resultan demasiado ambiciosos obviándose el cómo, el quién y el para quién. Esto se visibiliza muy bien en una acción que surgió paralela al foro: la ruta de la Experiencia. Una intervención singular de urbanismo táctico para mostrar cómo conferencias internacionales de este tipo aterrizan en las ciudades con financiación, actividades y charlas de las que el ciudadano de a pie no tiene conocimiento, para dejarlas vacías al día siguiente. Su deseo fue “crear un proyecto que cambiara realmente un área de Quito para dejar un legado después de que el show se fuera de la ciudad” (URBANOS, 2018). 

Imagen 01: @estudioatope. Taller de Arquitectura y patrimonio para niños #tEAtraeNuestroPatrimonio, Jaén, 2015.

¿No podría ser la NAU una oportunidad para elaborar una guía metodológica que sea el punto de partida para trabajar en el urbanismo de las personas, un urbanismo participativo que parta del conocimiento y las experiencias de lo local, lo cercano y lo vivencial? Una herramienta que diera claves y pautas sobre cómo elaborar estrategias y metodologías multidisciplinares con técnicos formados, que incorporase a todos los actores, que visibilizara y mapeara experiencias que sirvieran a otros municipios con problemáticas parecidas. El reto de las NAU es ser un instrumento de trabajo que pueda ser aplicado y moldeado en función de cada comunidad y sus dimensiones físicas, medioambientales, sociales, políticas, económicas, urbanísticas, arquitectónicas, etc. Que promueva la participación ciudadana no como hechos aislados, instalaciones efímeras o momentos de información y consulta, sino como procesos a largo plazo que generen compromisos sociales e institucionales para que ésta sea efectiva y no se quede en palabras o acciones puntuales. 

Los objetivos son los mismos desde hace décadas, siendo los movimientos sociales y los colectivos técnicos (la crisis fue una oportunidad de reinventar profesiones y volcarse en que lo social tuviera el mismo peso que lo científico y lo político) los que han conseguido hacer realidad transformaciones urbanas comenzando desde abajo, muchas veces al margen de las administraciones o con trabas por parte de éstas debido al miedo a perder las estructuras de poder convencionales. Es necesario salir a la calle desde ayuntamientos y oficinas; y cooperar. Cooperar entre disciplinas profesionales, entre concejalías, asociaciones y con la población en general. Como decía Jane Jacobs, “el urbanismo se ha de embarcar en la aventura de verificar el mundo real”. 

No es posible hablar de urbanismo participativo si no se cree en él más allá de nombrarlo para obtener subvenciones o votos; hay que creer en el proceso, evaluar cada paso, volver atrás, legitimar acciones, generar figuras jurídicas que representen y comprometan a los vecinos, descentralizar las instituciones y contar con la ciudadanía empoderada, preparada e informada para llegar al detalle de la realidad urbana. Se habla mucho del tejido asociativo (CASTILLO, 2016) y hay que ir más allá, ya que muchas veces las asociaciones están politizadas y no representan al conjunto de la ciudadanía. Hay que inventarse nuevas formas de participación y representación a pie de calle, apoyándose en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. 

En el urbanismo de las personas el patrimonio puede tener un papel fundamental para “la rehabilitación y revitalización de las zonas urbanas, el fortalecimiento de la participación social y el ejercicio de la ciudadanía” (HÁBITAT, 2017). Observemos el incendio de Notre Dame, ¿qué fue ese sentimiento colectivo que se generó aquella tarde? La pérdida de un símbolo cultural que va más allá de las fronteras parisinas y francesas, un hecho palpable de cómo “la herencia construida es uno de los últimos signos de cohesión social de los que disfruta el ser humano” (DE MOLINA, 2019). Hay que aprovechar la capacidad del patrimonio para “cohesionar individuos en algo superior a ellos” (DE MOLINA, 2019) gracias a que éste teje la memoria y la identidad colectiva de la sociedad. Y esto debe ser escuchado por las instituciones (ya sean locales, estatales o internacionales), deben aprovechar esta chispa de la participación y ser sensibles a la opinión de sus ciudadanos, para darles voz e incorporar sus deseos (estudiados, contrastados y analizados por técnicos especializados) en los procesos de transformación y mejora urbana. 

Imagen 02: @elcreata. Imagen nacida por la reforma de la Plaza Deán Mazas en #Jaén (2018), donde parte de la ciudadanía solicitó y expresó mediante varias acciones, que finalmente no tuvieron éxito, que se mantuviera el pavimento característico de la ciudad. «El suelo de una #ciudad que vio nacer a sus habitantes, es el fiel testimonio que revela el amor o la desidia de los que comparten esas tierras; los unirá o los separará para siempre»

BIBLIOGRAFÍA 

BORJA, J. (2016) Cumbres como Hábitat III son una farsa. Semana [en línea], 21 de octubre de 2016 <https://www.semana. com/nacion/articulo/habitat-iii-criticas-del-urbanista-jordi-borja/499743> [Consulta: 15/04/2019] 

CARRIÓN, F. (2016) La “Agenda Oculta” de Hábitat III en Quito. El País [en línea], 14 de noviembre de 2016 <https://elpais. com/elpais/2016/11/10/seres_urbanos/1478767051_442355.html> [Consulta: 15/04/2019] 

CASTILLO, A. (2016) Relaciones entre ciudadanía y agentes patrimoniales desde la perspectiva de la investigación académica: retos pendientes en la gestión del patrimonio cultural. Revista PH [en línea], n.º 90, 2016, pp. 205-207 <http://www.iaph.es/revistaph/index.php/revistaph/article/view/3802&gt; [Consulta: 26/04/2019] DOI: https://doi.org/10.33349/2016.0.3802 

DE MOLINA, S. (2019) Arde y no se quema. Sobre el incendio en Notre Dame y el papel de la arquitectura. Fundación Arquia Blog [en línea], 22 de abril de 2019 <https://blogfundacion.arquia.es/2019/04/arde-y-no-se-quema-sobre-el-incendio-en-notre-dame-y-el-papel-de-la-arquitectura/&gt; [Consulta: 15/04/2019] 

AGENDA urbana española [en línea] (2018) Gobierno de España, Ministerio de Fomento, 2018 <http://www.aue.gob.es/&gt; [Consulta: 15/04/2019] 

GUERRERO CASAS, M. (2019) Las calles que nos abren (o nos cierran) al mundo. El País [en línea], 10 de abril de 2019 <https://elpais.com/elpais/2019/04/08/seres_urbanos/1554716337_434326.html#?ref=rss&format=simple&link=guid&gt; [Consulta: 17/04/2019] 

JACOBS, J. (2011) Muerte y vida de las grandes ciudades. Madrid: Capitan Swing, 2011 

HÁBITAT III: Agenda Urbana: Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Vivienda y el Desarrollo Urbano Sostenible [en línea] (2017) Naciones Unidas, 2017 <http://habitat3.org/wp-content/uploads/NUA-Spanish.pdf&gt; [Consulta: 15/04/2019] 

El IMPACTO del turismo en ciudades Patrimonio de la Humanidad (2019) paisaje transversal blog, negociación urbana para la transformación colectiva [en línea], 4 de enero de 2019 <https://www.paisajetransversal.org/2019/04/el-impacto-del-turismo-en-las-ciudades-Patrminio-Humanidad-Conama-local.html?fbclid=IwAR3prJK6qqIyWvYo3E4hzFgFx_so-R-q2pIpueE30e_X8dmXs3_BHxt4p2o&gt; [Consulta: 22/04/2019] 

UN Habitat III village–Ruta de la Experiencia (2018). URBANOS [en línea] <https://www.urbanos.nl/es/portfolio-items/un-habitat-village-ruta-de-la-experienica/&gt; [Consulta: 10/04/2019]

 

* ARTÍCULO ORIGINAL PUBLICADO EN LOS DEBATES LA REVISTA PH97 *

 

 

Venir con las pilas cargadas del I Encuentro de Patrimonio de Proximidad. Eso es lo que nos ha pasado. Y lo contamos porque venir emocionados de unas jornadas, no es algo tan habitual. Como os contamos aquí, este I Encuentro de Patrimonio de Proximidad ha estado destinado a dar a conocer las iniciativas de activación del patrimonio en el territorio andaluz basada en la movilización para su salvaguarda y en la complicidad de la comunidad y los agentes. A lo largo de las presentaciones, se ha visto un cambio paradigmático: el reconocimiento a los habitantes, el cederles un puesto protagonista en la toma de decisiones, en incluir a la población en una exposición museística, integrar el papel de la mujer en la historia a través de los museos, dar a conocer el patrimonio de un territorio a sus habitantes para que lo protejan, lo respeten y lo disfruten y que su éxito no resulte una carga turística para los municipios, cómo asociaciones culturales y vecinales hacen más por preservar su patrimonio que las propias administraciones, cómo se produce a partir de aquí la escucha activa,… todo esto y más, aprendimos el 7 y 8 de mayo. Como dijo Isabel Luque, fue un «mapa vital de experiencias e iniciativas en torno al patrimonio». Todas estas buenas prácticas entrarán a formar parte de la red de agentes del patrimonio cultural, como grupo redactívate. El pertenecer a este grupo y no sentirnos solos reivindicando un urbanismo participativo que nazca desde abajo hacia arriba, que implique a la ciudadanía, que incluya su conocimiento en los proyectos técnicos y sobretodo, que no sea un maquillaje político en la intervención urbanística y urbana, nos hace sentirnos más fuertes y más convencidos de seguir trabajando en este sentido: como técnicos facilitadores entre políticos, técnicos y residentes/usuarios/habitantes (entre todos, hacemos, somos, ciudadanía).

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Sí, la crisis nos dio la oportunidad de parar, de hacer realidad un sueño que teníamos en la escuela y que de haber salido ya con trabajo en un estudio y sumergidos ya en la vorágine de los proyectos, quizás no hubiéramos podido dedicarle tiempo. Ni especializarnos, ni conocer otras formas de hacer ciudad, ni materializar ese deseo.

Vamos a seguir tejiendo redes, conexiones y sinergias con otros colectivos, asociaciones, instituciones, etc. ¿Qué falta, qué pedimos? Abogamos por una participación ciudadana que no sea mero postureo, apoyada por instituciones y administraciones que piensen a largo plazo (más allá de las elecciones) y crean en estos procesos transversales de gestión urbana (social, económica, cultural, medioambiental, etc), perspectivas integrales que favorezcan la colaboración entre concejalías y los trabajos interdisciplinares, para lo cual es imprescindible contar con técnicos (municipales o autónomos) y ciudadanos implicados que se involucren en este tipo de proyectos.

 

 >> Listado de iniciativas participantes en el I Encuentro Patrimonio Proximidad

Este I Encuentro de Patrimonio de Proximidad está destinado a dar a conocer las iniciativas de activación del patrimonio en el territorio andaluz. La activación del patrimonio está basada en la movilización para su salvaguarda y en la complicidad de la comunidad y los agentes.

proximidad

El objetivo es el reconocimiento de los protagonistas y la visibilidad de las iniciativas de buenas prácticas que servirán como futuros referentes. Estas buenas prácticas entrarán a formar parte de la red de agentes del patrimonio cultural, como grupo redactívate. Por lo tanto, podemos decir que el proceso participativo de Martos ya está dentro de dicho grupo.

El Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) organiza este Encuentro para la reflexión y para compartir experiencias sobre buenas prácticas en activación del patrimonio desde el ámbito local o de proximidad. El punto de partida es el ámbito local porque es el escenario más próximo a la ciudadanía y el que recibe directamente la impronta de sus inquietudes y necesidades. Por tanto, los agentes que participan de esta gestión, la administración local, el tercer sector y el privado, son los primeros en tomar conciencia.

La capacidad de dar visibilidad y hacer partícipe a la comunidad, de crear identidad o cohesión social, juega un papel muy importante en la justificación social y económica del patrimonio, en su salvaguarda y continuidad. Los municipios que han manteniendo una política de movilización patrimonial ejercen, desde lo público y lo privado, la resistencia a la pérdida de identidad local y a la pérdida de capital social.

La gestión local vuelve su mirada a las estrategias de activación directa, de contacto con la población. Se buscan fórmulas de movilización que hagan partícipe a la ciudadanía desde el disfrute, la educación formal o informal, la interpretación, la animación sociocultural, la museología social, el difusionismo, etc. El conocimiento especializado se transfiere a través de intermediarios públicos, privados, asociativos o voluntariado que consiguen la complicidad de la ciudadanía, por ejemplo en lo festivo y participativo, tomando los espacios públicos como un derecho a la vida cultural.

Proponemos la palabra activación en el marco de la gestión del patrimonio local, para englobar iniciativas de buenas prácticas que implican una actitud de movilización en torno al patrimonio y que cuentan en el proceso de ejecución con:

• complicidad ciudadana en el proceso
• implicación e impulso por parte de los agentes locales
• retorno social
• salvaguarda del patrimonio
• conocimiento y reconocimiento del patrimonio cultural

>> CONSULTA LAS INICIATIVAS SELECCIONADAS

>> REFLEXIONES TRAS EL ENCUENTRO

 

 

¿Desde el otro lado? Sí. Estamos muy ilusionados por participar en el MARPH (Máster en Arquitectura y Patrimonio Histórico de la Universidad de Sevilla) como ponentes del Módulo de Emprendimiento MPE (orientación laboral, profesional, investigadora y empresarial), que en los últimos años se acoge al formato de Jornadas Universidad y Empresa para el fomento a las capacidades emprendedoras del estudiantado del III Plan Propio de Docencia de la Universidad de Sevilla, y con apoyo técnico del IAPH (Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico).

Hasta ahora, nuestra asistencia a las clases del MARPH en el IAPH ha sido como alumnos. Alguna vez nos subimos a la tarima a hacer alguna que otra presentación, eso sí, con más miedo que vergüenza. ¡Pero ésas no cuentan! Y mira que la mayoría salieron bastante bien.

El módulo tendrá lugar el día 23 de noviembre, y comprende un mínimo de 5 horas presenciales, la entrega de material docente relacionado, un programa de tutorías para asesoramiento y la posibilidad para los estudiantes de adherirse a una red tutorial, con régimen de prácticas o estancias postmáster, con instituciones de Andalucía que gestionan Patrimonio Histórico. A través de las charlas, se trata de ofrecer a los estudiantes una panorámica de las vías e instrumentos para su inserción laboral y profesional, mecanismos de gestión para la creación de empresas y sociedades. Asimismo, se les expone la situación investigadora, laboral y profesional, y se les clarifica el panorama legal del ejercicio de las distintas actividades asociadas al Patrimonio Histórico. Especialmente por parte de profesionales, en el marco de las respectivas atribuciones que poseen.

¿Te vienes? Puedes consultar la programación aquí y pinchando en la imagen, acceder a la web para realizar la inscripción (allí además encontrarás +info):

Aprovechamos este post para decir que hemos recuperado «los bolos». En el mes de noviembre viajaremos hasta Bilbao para participar en el Festival cultural sobre urbanismo e innovación social, #URBANBAT17; y a Sevilla a reencontrarnos con viejos amigos, docentes y compañeros. Nos encanta poder hablar de Jaén fuera de nuestras fronteras. En esta ocasión, hablaremos, respectivamente, del proyecto de urbanismo participativo en Martos (un municipio de la provincia) y de cómo surgió, avanzó, se desarrolló y venció los miedos nuestra pequeña oficina de arquitectura.

Gracias a el Creata y a su Gráffikus People, tuvimos la oportunidad de hablar de todo esto en 2016 en casa. Era la primera vez (y única) que lo hacíamos, y fue una experiencia genial compartir mesa con otros profesionales de la ciudad. Se nos llenaba la boca hablando de nuestras pequeñas cosas. Y casi todos teníamos un punto en común: se nos solía reconocer más fuera que aquí dentro. Es algo que nos entristece, para qué nos vamos a engañar. Aunque eso sí, hemos seguido luchando: viajando, mudándonos en busca de oportunidades, aprendiendo, conociendo y enseñando. Y hemos vuelto. Hemos llenado nuestra mochila, nuestro bagaje profesional y personal, y no queremos dejar de inventar, de intentarlo, de seguir apostando por lo local, por lo nuestro. En ésas estamos. Y os lo vamos a contar 😀

 

 

En febrero de 1996 dieron comienzo las actividades docentes del Máster en Arquitectura y Patrimonio Histórico (MARPH), un posgrado impulsado por la Universidad de Sevilla en colaboración con la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, a través del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) y el Patronato de la Alhambra y el Generalife (PAG). Un máster que uno de los miembros de Estudio Atope tuvo la oportunidad de cursar en el año 2010/2011 (#MARPH11), y que fue seleccionado en el año 2014 por el Diario El Mundo en su ranking de los 250 Másteres más relevantes de toda España en 50 categorías (consultar pdf aquí. Concretamente, el MARPH aparece en las páginas 3 y 25). El MARPH aparecía por segundo año consecutivo como uno de los dos únicos másteres de la Universidad de Sevilla seleccionados y uno de los cinco másteres de patrimonio más relevantes para cursar en España. En esta categoría era, además, el único que por su título abordaba la complejidad de lo patrimonial desde una perspectiva amplia y globalizadora. Lo cual podemos confirmar, ya que no solamente hay docentes de todas las disciplinas que han de intervenir en un proyecto patrimonial, sino que son estos mismos profesores los que fomentan los equipos multidisciplinares entre alumnos a la hora de realizar los trabajos de grupo. Esto hizo que cada uno ampliáramos nuestra mirada patrimonial tanto en nuestro campo, como en los otros muchos que componen este máster.

En el presente curso se cumplen 20 años de impartición en continuidad de un proyecto docente colectivo que se ha ido adaptando a la evolución de la gestión tutelar del Patrimonio y la sociedad que lo detenta, la progresión de la Universidad de Sevilla y la adecuación de los títulos de máster como enseñanzas oficiales, dentro del Espacio Europeo de Educación Superior. Por este motivo, se va a conmemorar este XX aniversario el próximo jueves 9 de junio de 2016 a las 13:30 horas en el Salón de Actos (Sala Manuel Trillo) de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla (avenida Reina Mercedes nº2, planta baja), centro al que está adscrito este título desde su oficialización.

El acto incluirá una conferencia sobre «El IAPH y la experiencia de 25 años», que pronunciará Román Fernández-Baca Casares, director del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, dentro del ciclo de Cultura Contemporánea «afterNOON» del centro universitario.

MARPH20

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