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Archivo de la etiqueta: desarrollo urbano sostenible

Esta reunión se convocó con el objetivo de dar a conocer, de forma pormenorizada, los resultados de las anteriores técnicas realizadas para el diagnóstico participado del proyecto «Recuperando espacios para la ciudadanía» [Ayuntamiento de Martos + Programa La Ciudad Amable, Junta de Andalucía] (recordemos que todos resúmenes se fueron subiendo al blog de La Plaza). Es decir, se ofreció una visión de conjunto sobre: reuniones + talleres de creatividad social (dinámicas realizadas el 23 de marzo) + acción urbana (mapeo colectivo que tuvo lugar el 21 de mayo):


 

Tras mostrar los resultados de estas acciones, se hizo una última dinámica dentro de la fase de Diagnóstico participado que consistió en priorizar de manera colectiva las acciones que se llevarán a cabo en este proyecto (recordemos: espacio público de las calles Primero de Mayo, Almedina y Castillo, ubicadas en el conjunto histórico del municipio), y que fueron resultado de:
– análisis técnico (arquitectónico y urbanístico) de la zona
– necesidades y deseos expresados por la ciudadanía y los técnicos del ayuntamiento
– presupuesto

De esta manera se estimaron 6 acciones prioritarias que podrían ejecutarse dentro de este programa, dejando el resto para documentarlas y que fueran tomadas en cuenta para realizar diversas fases para la regeneración y dinamización del conjunto histórico:
• Pavimento nuevo en C/ Primero de Mayo
• Pavimento nuevo en C/ Castillo
• Pavimento nuevo en C/ Almedina
• Mobiliario urbano (papeleras, bancos, fuente,…)
• Alumbrado público
• Peatonalizar (o semipeatonalizar), Bolsas de aparcamiento

Se establecieron 5 equipos de 4 personas, donde se intentaron mezclar técnicos con ciudadanía, y se les pidió que las jerarquizasen en función de las necesidades (urbanas y sociales) de la zona en la que estábamos trabajando (intentando obviar el presupuesto asignado a cada acción para quedarnos en los deseos urbanos del ámbito). La jerarquización se hizo de forma muy visual para que luego entre todos pudiéramos analizarla, donde la puntuación máxima fue 6 y la mínima 1.

>> Los resultados fueron >>
1. (5,2 puntos / 6) – Pavimento nuevo en C/ Almedina (5 puntos / 6)
2. (4,8 puntos / 6) – Peatonalizar (o semipeatonalizar), Bolsas de aparcamiento
3. (3,8 puntos / 6) – Mobiliario urbano (papeleras, bancos, fuente,…)
4. (3,7 puntos / 6) – Pavimento nuevo en C/ Castillo
5. (3,5 puntos / 6) – Pavimento nuevo en C/ Primero de Mayo
6. (3,3 puntos / 6) – Alumbrado público


 

 

El pasado domingo 21 de Mayo 2017 realizamos un Mapeo Colectivo en la zona de intervención de Martos (proyecto «Recuperando espacios para la ciudadanía», programa La Ciudad Amable) para reconocer debilidades y fortalezas de la zona de intervención. El Mapeo es una dinámica grupal que como técnica de creatividad social, se ha empleado para completar el diagnóstico participado de este ámbito del conjunto histórico de Martos. Es una herramienta muy útil y sencilla que permite poner en común y hacer en abierto un análisis colectivo, amplio e inclusivo en el que cualquier ciudadano puede participar. Esta dinámica grupal facilitó la reflexión colectiva sobre la zona de actuación y una lectura del territorio ( entendido como paisaje socialmente construido) desde lo cercano, lo local y lo vivencial: se comprende fácilmente qué hay hacer y cómo, independientemente de la edad, la formación o la base social.

El mapeo colectivo se insertó en la Programación que el ayuntamiento tenía prevista para celebrar la Semana de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo (consultar aquí). Se incluyó en el Día Mundial de la Multiculturalidad, en un ambiente festivo para intentar recopilar toda la información que fuera posible. Se escogió la Calle Primero de Mayo por ser un espacio público infrautilizado, pidiendo a los vecinos que no aparcaran en un tramo de la misma para uso y disfrute de todos, especialmente de los niños. La acción urbana que tuvo lugar durante la mañana, también sirvió para hablar del proyecto a pie de calle y darlo a conocer (aunque ya se había hecho trabajo previo para visibilizar el proyecto a través de las técnicos de Asuntos Sociales, de reuniones previas y de visitas a los centros educativos).

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Se pidió a la gente que fuera dejando sus opiniones según 3 temáticas:
– ACCESIBILIDAD / MOVILIDAD (color naranja)
– ZONAS VERDES / ESPACIOS PÚBLICOS (color rosa)
– EQUIPAMIENTOS / SERVICIOS (color amarillo)
Las respuestas que más se escribieron sobre el plano fueron el reclamo de aumentar la limpieza, que hubiera bancos y fuentes, así como tiendas y una farmacia cercana. Otras respuestas más minoritarias fueron: que se mejorara la señal de WiFi en el barrio, que hubiera más contenedores (y que se incorporaran contenedores de reciclaje, inexistentes en la zona), la restauración y puesta en valor de Torre Almedina, la inclusión de restaurantes, papelería, supermercado y centro de salud, y que se hicieran conciertos que atrajeran gente a este ámbito.
Los dibujos de los niños (así como las pegatinas que repartimos para visibilizar sus impresiones sobre el barrio a través de «me gusta», «no me gusta» y «para un barrio amable necesito»), en su mayoría, representaban parques con bancos, columpios y fuentes. Algunos hablaban de los contenedores, y otros de la mejora del pavimento y la WiFi.
Lo que escuchamos también de los vecinos fueron las quejas sobre la limpieza, el estado del pavimento y la inseguridad ciudadana que provoca que poco a poco el barrio se vaya despoblando y haciéndose a su vez más inseguro. Esto provoca una cadena en la que los eslabones son: abandono del barrio, dejadez institucional, aumento de inseguridad, disminución del precio de las viviendas, se quedan y acceden personas con pocos recursos, se generan guetos, aumentan los prejuicios y la discriminación, y vuelve a aumentar la inseguridad que agudiza todos los demás factores.

 
 
 

La Ciudad Viva. Elaborando el plano emocional en la Plaza de la Magdalena #Jaén. Fuente: Estudio atope

El término Regeneración Urbana Integral se define como tal en la Declaración de Toledo de 2010 como “la consecución de un desarrollo urbano más inteligente, sostenible y socialmente inclusivo”. Dicha Declaración nace de un encuentro entre diferentes responsables ministeriales en materia de Desarrollo Urbano de la Unión Europea, donde queda patente que tras la burbuja inmobiliaria y el consecuente contexto socioeconómico en el que nos encontramos, son las ciudades existentes las que han de asumir nuevos modelos de desarrollo para abordar la regeneración de sus barrios desde una perspectiva integrada. Esto significa que no sólo se tendrán en cuenta aspectos urbanísticos y arquitectónicos, sino que tendrán la misma importancia y se trabajarán al mismo nivel otros muchos como los sociales, culturales, medioambientales y económicos.

Bruno Latour [1] expone que no se conocen objetos que existan simplemente como objetos acabados, sin formar parte de una vida colectiva. Este concepto se puede trasladar a la Regeneración Urbana Integral, ya que la ciudad no puede entenderse como la suma de elementos aislados (edificio, calle, vegetación,…), sino que son las personas y el contexto las que dan sentido a este soporte físico [2]. Todo esto, tejido y entrelazado, es lo que conforma la ciudad.

Actualmente, son numerosos los colectivos (tanto arquitectos como otras disciplinas) que, conscientes de la importancia de englobar todas las dimensiones anteriormente mencionadas, están trabajando en procesos colaborativos y participativos para la rehabilitación de zonas deterioradas y/o desfavorecidas. Uno de los ejemplos pioneros sobre regeneración urbana integral, es el Barrio de la Mina en Sant Adriá del Besós (Barcelona). Este barrio fue uno de los polígonos construidos entre 1960 y 1970 para realojar los núcleos chabolistas creados por los inmigrantes llegados durante el desarrollismo franquista. Desde su creación estuvo gravemente desurbanizado y desequipado, sumiéndose poco a poco en un proceso de degradación que lo transformó en un foco de delincuencia y marginalidad. A partir de los años 80 hubo sucesivos intentos de hacer frente a estos problemas, pero sin un objetivo coherente ni en el ámbito social ni en el urbanístico [3]. Uno de estos intentos consistió en intentar rehabilitar el barrio mediante la introducción de nuevos equipamientos, como el centro cívico La Mina (Enric Miralles y Carme Pinós). Ésta, como otras, resultó ser una operación puntual basada en consideraciones meramente arquitectónicas y estéticas, ajenas a la problemática social del barrio. Además, estos edificios suelen atraer grandes masas de gente en espacios de tiempo relativamente breves, así que para que funcionen es fundamental encontrar otros usos mínimamente proporcionados para que puedan aportar gente a otras horas del día y sostener los usos intensivos [4].

Es el proceso iniciado en 1996 para la puesta en marcha del Fórum de las Culturas de Barcelona 2004, el que favorece la transformación integral del barrio al incluirlo dentro de su plan de acción. A diferencia de anteriores intervenciones, esta vez se tratan de forma conjunta las dimensiones social, urbanística y ambiental, de tal forma que la marginalidad es gestionada desde todas ellas:

—– Marginalidad espacial: poca conectividad del barrio con su entorno. // Se intenta fomentar esta conexión trabajando tanto las continuidades viarias como potenciando usos que generen movimiento e intercambio. Esta estrategia está íntimamente relacionada con lo expuesto por Jane Jacobs (1961) acerca de salvar o mejorar conjuntos: “el objetivo debería ser coger esos conjuntos, esas manchas sobre la ciudad, trenzarlas sobre el tejido urbano, y en ese proceso reforzar el tejido que lo rodea” [5].

—– Marginalidad dotacional local: déficit de servicios y dotaciones que únicamente cubrían las necesidades del sector. // Mediante la inclusión de equipamientos al servicio de toda la ciudad (biblioteca y universidad), se favorecen los flujos urbanos entre distintas áreas. También se generó un espacio público cualificado para que los vecinos sintieran de nuevo el barrio como suyo y se reapropiaran de estos espacios.

—– Marginalidad social y económica: alto nivel de pobreza y exclusión, desarrollo económico débil y alto nivel de desempleo ligado al fracaso escolar. // El objetivo fue generar una economía diversificada, local e integrada en el contexto del barrio. Se promovió en todo momento el contacto entre todos los agentes que participan en el acto de hacer ciudad, especialmente con los vecinos, que desconfiaban de cualquier acto que proviniera de la administración.

La Ciudad Viva. Implicación Vecinal. -Inma Sáinz de Baranda. La Vanguardia, 2002-

En España, y durante mucho tiempo, tanto arquitectos como instituciones se han olvidado de una parte fundamental de la arquitectura: las personas. En esta nueva estrategia de intervención que es la Regeneración Urbana Integral, se debe tener muy presente que ciudad y ciudadanos deben ser un todo inseparable [6], facilitando la participación ciudadana y fomentando la innovación social. “Una ciudad creativa es una ciudad que tiene un sueño”, Jaime Lerner (2009).

 

María Toro Martínez [Estudio atope]


[1] LATOUR, B. “De la mediación técnica: filosofía, sociología, genealogía”. Oeste: revista de arquitectura y urbanismo del Colegio Oficial de arquitectos de Extremadura, Nº 16 (2003), pág. 130

[2] FARIÑA, J. (2013) Consultada en abril de 2012, en http://elblogdefarina.blogspot.com.es

[4] JACOBS, J. “Muerte y vida de las grandes ciudades”. Madrid (2011): Capitán Swing Libros S.L.

[5] JACOBS, J. “Muerte y vida de las grandes ciudades”. Madrid (2011): Capitán Swing Libros S.L.

 
**ARTÍCULO ORIGINAL PUBLICADO EN LA CIUDAD VIVA**
 

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