archivo

Archivo de la etiqueta: arquitectura

Este post es tan personal, que lo firmo yo sola, porque voy a ser sincera: me indigna profundamente que no se esté atendiendo a los más pequeños debidamente en toda esta situación de pandemia de ciencia ficción. Me indigna no poder pasear con ellos tranquilamente, me indigna que hayan sido confinados tanto tiempo, que no se hayan tenido en cuenta sus necesidades y sus derechos (a la educación, al juego, a opinar y ser escuchados,…), que todo se abra antes que un parque, una plaza o una escuela, que «los niños se adaptan muy bien», que «los niños están en la gloria con sus padres», que «no habrá consecuencias psicológicas» para ellos. ¿Qué niño no ha echado de menos a sus compañeros, o coger su bici y disfrutar pedaleando, o jugar en la calle simplemente,…? Al principio pensaba que aunque abrieran los coles, me daba miedo que se incorporaran, que mejor se quedaban en casa. Han ido pasando los días y teniendo más contactos (laborales y personales) y he comprobado las medidas que entre todos estamos tomando. También he leído mucho sobre los efectos positivos que tiene que los niños socialicen, ya sea en la calle o en la escuela (no sólo los contenidos, es mucho más, es todo lo que significa ir al centro educativo, ya tengas 1 añIto ó 4). Si todo se re-abre y se piensa para hacerlo en condiciones de seguridad, ¿qué pasa con los niños, con su ocio, con el sistema educativo, con el juego como motor de pensamiento y de desarrollo psicomotor? Los educadores andan perdidos, no cuentan con ellos y no saben cómo ni cuándo comenzarán las clases (a todos los niveles, empezando por infantil). ¿No es incongruente que un niño pueda sentarse en un bar y no en su pupitre? Y sí, el pupitre es más complicado, pero qué tal jugar en un parque o, simplemente, andar por la calle.

¿Y en casa, cómo lo llevamos? Como pareja, somos compañeros de relevo. Os cuento: al principio todo fluía. Se pararon los estreses, las carreras diarias por llegar a todos sitios, convivíamos los 4 disminuyendo los dos nuestro horario de trabajo. Disfrutábamos de los peques dentro de nuestra pequeña burbuja, nos conocíamos más los 4 y se agradecía ese pequeño parón. Pero los trabajos se acumulaban y a las 2 semanas del confinamiento, tocaba correr. Y después las fases fueron avanzando, lo cual significaba que teníamos que turnarnos más horas para llegar a las 7-8 diarias de trabajo, echando horas nocturnas. Se acabaron las comidas y cenas los 4 juntos entre semana; nos damos el relevo en la puerta, que nos falta chocarnos la mano, pasarnos las llaves y salir pitando. Esto trae más estrés, más cansancio, más llantos y también rabietas, a veces, desproporcionadas. Pero no os preocupéis, «los niños casi ni lo notan».

Después pudimos salir 1 hora al día… ¡ay, qué bien! El primer día, la emoción del encierro era tanta, que no pude contener las lágrimas, y eso que el mayor preguntaba por qué no podíamos salir los 4 juntos. ¿Sabéis lo que es ver a tus hijos salir a la calle como si todo fuera nuevo? Saludaban a la gente, se reían, miraban las hojas moverse con el viento,… la gente fue muy respetuosa y los niños,… los niños nos volvieron a dar otra lección. Y todo esto, para mí, fue de agradecer, porque tuve que esforzarme en no transmitirles ningún mensaje alarmista mientras paseábamos por la calle.

Miré la ciudad de una manera muy distinta cuando estaba vacía, sola y esperando ser vivida. Ir hasta la cochera era todo un ejercicio de reflexión, pensaba en cómo los situacionistas de los 60 afirmaban que el entorno condiciona el comportamiento y las emociones de las personas (psicogeografía). «Al fin y al cabo, al pasear no sólo exploramos el paisaje, sino que nos sumergimos en la condición humana y nos miramos a nosotros mismos desde bien adentro» (Deborah García). Miré las calles, las aceras y las plazas con ojos de esperanza y no paraba de idear, de proyectar, de pensar cómo podían ser cuando pudiéramos volver a la normalidad. Para poder pasearlas, transitarlas y habitarlas con sus 2 metros de distancia, con pasos pequeñitos, a paso lento. Y lo hablaba con amigos, arquitectos o no arquitectos, no era difícil, sólo hacía falta colaboración ciudadana e institucional.

Al continuar la desescalada, se han sucedido los grupos de gente por la calle, la apertura de las terrazas y la aglomeración de personas, con lo que es imposible mantener las distancias. Para los peatones, es complicado compaginar paseo y distancia de seguridad en muchas calles simplemente por su geometría (recordemos que las mascarillas no son la medida que hace que se anulen todas las demás: es imprescindible seguir guardando la distancia de seguridad), aquí no me voy a meter. Ahora bien, en calles amplias donde las terrazas han invadido las aceras… uff… Es comprensible que los negocios tienen que abrir en condiciones de seguridad, y para ello se les ha favorecido pudiendo extenderse en la calle. Hemos hablado muchas veces sobre cómo la privatización del espacio público disminuye la calidad de éste, a lo que ahora se suma la inseguridad sanitaria que produce sentarse en un banco público. También hemos comentado otras tantas que los comercios locales son la vida de los barrios, los ojos que vigilan, la vecindad que se crea.

Resumiendo, si se han tomado estas medidas para favorecer la economía y el comercio local, también se deben de tomar medidas para favorecer los paseos que tanto añorábamos. Es decir, se tiene que pensar en todo: si amplío la superficie de las terrazas, he de ampliar también la de los peatones. Y no es que lo diga yo, es que lo dice el Artículo 15.2. 2. del BOE. 9 Mayo 2020. «En el caso de que el establecimiento de hostelería y restauración obtuviera el permiso del Ayuntamiento para incrementar la superficie destinada a la terraza al aire libre, se podrán incrementar el número de mesas previsto en el apartado anterior, respetando, en todo caso, la proporción del cincuenta por ciento entre mesas y superficie disponible y llevando a cabo un incremento proporcional del espacio peatonal en el mismo tramo de la vía pública en el que se ubique la terraza«. Esto no se está cumpliendo.

Os pongo un ejemplo: nuestro paseo del otro día con nuestros peques, que por su edad y su condición, no llevan mascarilla. Bajamos todo el Paseo de la Estación, pasamos por el Banco de España hacia Renfe (cuesta que le encanta a la mayoría de peques) y nos dirigimos hacia el parque del Bulevar siguiendo este itinerario:

Justo antes del cruce de Calle Extremadura, hay dos restaurantes. Uno de ellos estaba cerrado, ¡menos mal! Tuvimos que pasar por entre las mesas (donde la gente, para poder consumir, no llevaba mascarillas) para poder ir hasta el paso de peatones. No echamos foto por respeto, porque no queremos fastidiar a nadie, así que os pongo estos esquemitas que ilustran nuestro paseo:

Hay que encontrar el equilibrio para todos y entre todos. A mí me ilusionan tremendamente imágenes como ésta de París:

Tenemos una oportunidad estupenda para repensar las ciudades. Tenemos una oportunidad estupenda para que sean más amables, accesibles, peatonales… una ciudad para nuestros niños y mayores. Si ellos la pasean bien, todos lo haremos. No es normal que nuestros peques sólo tengan el parque del Bulevar para pasear en condiciones óptimas: sitios abiertos donde poder guardar las distancias de seguridad. Pero, ¿y para llegar hasta allí, qué pasa? Nuestro hijo de 4 años es capaz de mantener la distancia de seguridad, es más, debido a su inocencia, es capaz de alertar a alguien si se acerca a él demasiado (ya sea familiar o desconocido, ya sea porque se ha caído con la bici y van en su ayuda, etc, etc). Se extraña cuando ve a tanta gente sentada en los bares y nos llama mentirosos: «me dijisteis que no nos podíamos juntar tanta gente». Nos pregunta (ya no tanto, qué pena) que por qué no puede volver al cole con sus amigos, que echa de menos correr en su patio y dibujar en el suelo. ¿No os están enseñando mucho vuestros hijos? Enseñémosles también que somos co-responsables, que si salimos al parque (cuando los abran en la fase 3.502) todos tenemos que estar atentos y todos tenemos que estar socialmente comprometidos por la seguridad de todos. ¿Qué dirían nuestros niños si pudieran manifestarse, si pudieran llevar su voz a las instituciones? (pincha aquí para rellenar nuestra breve encuesta).

 

Hace poco escribíamos esto en nuestras redes sociales, y lo seguimos pensando, reivindicando y pidiendo un consenso ciudadano para tener una ciudad para todos:

▪Los niños no van a jugar a los parques porque son zonas de alto contagio. ¿Qué se ha habilitado para ellos desde que pueden pasear: más zonas de juego, espacios seguros en las aceras, espacios de juego seguros que sean atractivos para ellos,…?

Nuestros menores han estado confinados totalmente 43 días. El primer día que salimos a la calle estaban emocionadísimos. Tanto, que no pudimos contener las lágrimas. La calle era un festival de sensaciones para ellos. No paraban de señalar y de reír…

▪Y, pese a intentar no estresarles con los protocolos e infundirles miedo al contacto, los límites estaban claros. Y se portaron como pequeños campeones. Aunque es difícil…

▪Es complicado andar por aceras estrechas, donde guardar la distancia de seguridad es imposible. Ellos te miran y te dicen, mamá, ¡no podemos seguir jugando a no acercarnos a la gente! Jugaremos a que las zonas rojas son lava…

▪Ver esta noticia es ver cómo las terrazas de los bares, aquellas que ya se adueñaron de nuestras aceras, ahora invaden los parques infantiles, tan vacíos de vida. Tan pacientes como nuestros niños

▪Y a lo mejor, repensar nuestra pequeña #ciudad no es difícil. Caminos seguros (para los más peques no están recomendadas las mascarillas), espacios amplios de juego,… pensar en la infancia, la gran olvidada en esta pandemia

▪Porque, ¿qué es una ciudad vacía de niños? Es tristeza, es inseguridad y para nada, es una ciudad amable. ¿No os pasó que al escuchar niños en las calles vacías los primeros días que podían pasear era como escuchar vida?

Les debemos este #repensarLAciudad #jugarLAcalle, que la hagan suya,… ellos también echan de menos el contacto, el jugar, el aire libre, el correr a velocidad gatuna,…

 

 

Mi Casa va a ser el primer taller que realizaremos en colaboración con el Centro Infantil Guadalquivir el 8 de noviembre. Será un taller dividido por edades y por lo tanto, adaptado a los conocimientos de los niños.

Entre todos contaremos las partes de las que se compone una casa, los más pequeños leerán un cuento, tanto ellos como los más mayores aprenderán de una manera totalmente experiencial qué es un plano en planta de una vivienda y aprenderán a verlo y leerlo. Durante el juego libre, ejecutarán los muros, huecos y particiones de una vivienda; abriéndose aquí el espacio a la improvisación, la innovación, las negociaciones, el trabajo en equipo, la creatividad y la diversidad. Podrán recorrer, habitar y disfrutar de su proyecto a la vez que juegan y experimentan con los espacios.

>> ¿Te vienes? RESERVA TU PLAZA AQUÍ

 

 

 

¿Quién no ha jugado alguna vez al pilla-pilla o al escondite y ha gritado «Casa» en el lugar que era seguro para todos, un lugar donde estar protegido? Uno tiene, la mayoría de las veces, infinitas ganas de irse de vacaciones, de desconectar, de irse a sitios distintos para cambiar de aires. Y tras las vacaciones… ummm, qué bien sienta volver a casa. A redescubrir tus espacios, volver a habitarlos, cambiar tus cosas de sitio para volver a renombrarlas, a reinventarlas y revivirlas. La casa, nuestro hogar, nuestro refugio, puede ser uno de nuestros anclajes más fuertes.

Por eso para nosotros es tan importante la comunicación con el cliente: para poder ejecutar sus sueños y que los pueda disfrutar. Todos tenemos una idea de cómo queremos que sea nuestro hogar, de cómo queremos vivirlo, transitarlo y habitarlo. Es nuestra labor materializar estas ideas desde nuestra perspectiva técnica, aconsejando desde una mirada abierta y desde nuestra preparación: no es sólo formalizar ideas, es transformarlas, pensarlas, darles forma y llevarlas a la realidad. Un arquitecto no es sólo aquella persona que dibuja lo que tú ya has pensado, no es sólo el que firma unos planos que tú le das, no es el que calcula la estructura y deja todo lo demás al resto de disciplinas. Para nosotros, es aquel profesional que sabe escuchar, que piensa sobre lo hablado, que piensa tu casa (y la repiensa) en planta, sección y alzado, que tiene en cuenta estructura e instalaciones para que el conjunto sea un todo que vaya a la par y no cada parte por su cuenta haciendo del proyecto una suma de piezas que luego han de entrelazarse a base de chapuzas y calzadores. Es aquel profesional que puede llegar hasta el más ínfimo detalle pensando en volumen, midiendo los espacios y proyectando vida en ellos. Somos más que una firma o un mero trámite. Por eso, cuando alguien viene preguntando por un anteproyecto, pidiendo unos planos, y pretende que estos no sean cobrados, es una falta de respeto hacia la profesión. Y sí, hay compañeros que lo hacen. ¿No es esto regalar nuestro trabajo, rebajarlo hasta lo más mínimo? Con este tipo de prácticas lo que se traduce es: «hago planos como churros, no me cuesta trabajo hacerlos y al día siguiente los tienes en tu buzón». Tampoco somos una fábrica de ideas gratuita. «Llamo para pedir ideas». Genial. ¿Acaso las ideas salen solas y a borbotones de mi cabeza? No. Son ideas trabajadas, dibujadas sobre papel vegetal, redibujadas con lápiz y goma y pasadas al ordenador una vez le has dado mil vueltas.

Ahora que estamos en el proceso final de una reforma integral de un apartamento y de una vivienda unifamiliar, nos ha parecido tan importante escribir este post. La comunicación con los clientes ha sido imprescindible desde el primer día: es su dinero, son sus deseos y su futuro. Las visitas a obra han sido constantes, tanto con los clientes como sin ellos. La colaboración con los distintos profesionales que trabajan en la obra ha sido fundamental a la hora de una buena ejecución y materialización. El sentir al cliente contento e ilusionado, nos da alas y nos da fuerzas para decir NO a anteproyectos gratuitos, a ideas que vuelan, van y vienen sin ser cobradas y a intentar darle fuerza a nuestra profesión manteniendo nuestros principios.

** UN PATIO (J. Borges) **
Con la tarde
se cansaron los dos o tres colores del patio.
Esta noche, la luna, el claro círculo,
no domina su espacio.
Patio, cielo encauzado.
El patio es el declive
por el cual se derrama el cielo en la casa.
Serena,
la eternidad espera en la encrucijada de estrellas.
Grato es vivir en la amistad oscura
de un zaguán, de una parra y de un aljibe.

 

 

 

 

Esta mañana en nuestras lecturas de desayuno, irrumpía este acertadísimo post de N+1 con el que no podríamos estar más de acuerdo. Situaciones parecidas y un paralelismo laboral entre cocineros y arquitectos que aman su profesión y que se dejan explotar por el Star System a cambio del famoso «no cobras, ¿pero y todo lo que te voy a enseñar?».

Y esto también lo practican las instituciones públicas, no sólo el sector privado. Nos encantan aquéllas que «ofertan» prácticas de 9 a 14h, de lunes a viernes, de 3 ó 6 meses con la excusa de «voy a enseñarte un montón». Y si eso es así, entonces, ¿por qué cogéis gente con máster, con doctorado, cursos, etc, etc? Se valora la formación, cuando se debería valorar justo lo contrario. Es una contradicción en sí misma: cogen al mejor formado para formarlo. Eso se llama trabajar gratis. Como dicen en N+1, la esclavitud del siglo XXI en el primer mundo. Un consejo: ya que lo hacéis, coged al que menos formado esté y preferiblemente que resida en la misma ciudad donde se ofertan las prácticas (o al menos tenga familia o amigos que le acojan), porque pagarse un alquiler sin cobrar, es complicado. Llámennos locos. Quizás es esa persona la que necesita esa formación, quizás porque no pueda pagarse un máster, o asistir a cursos, o un largo etcétera.

No les creas, si te han cogido en sus lugares de creación (y peregrinación) es porque ya vales. Tú sabes ya muchas cosas del gremio, y ellos quieren aprovecharlas. ¿Que te faltan otras muchas por aprender? Pues claro, eso siempre. Son disciplinas en las que hay que estar siempre abierto a la innovación y al aprendizaje, aun así, no te dejes explotar. Porque seguramente, si eres de los que se dejan explotar a cambio de un falso aprendizaje, seguramente seas de los que tire los precios cuando salgas a la calle y tengas que cobrar por tu propio trabajo. Y es normal. Nunca valoraste (valoramos) nuestro trabajo, porque lo pagaron a coste cero nada más salir de la escuela. Y ahora que eres tu propio jefe, has pasado al famoso «quiero trabajar a toda costa». Así que bajas y bajas los precios hasta el punto de no ganar, simplemente vas a «lo comido por lo servido» esperando que la cosa mejore. Y también es normal, nunca valoraste tu trabajo lo suficiente: todos los años de carrera, las horas sin dormir (dentro y fuera de la escuela), la dedicación, el cariño a tus planos, al proceso,… no valoraste (cobraste) eso durante tus prácticas y ahora en tu vida profesional tampoco.
Si somos muchos los que decimos NO, les será muy difícil. No lo olvides (instar a los colegios profesionales, e incluso a las escuelas, a denunciar y regularizar este tipo de situaciones, tampoco estaría nada mal).

Os dejamos un extracto del post N+1:

«Adriá_ El sueldo, esa realidad imaginaria.
Para escribir aquel artículo –repito, hace ya seis años- leímos durante semanas blogs de cocina, foros donde los stagiaires intercambiaban información, revistas online, artículos… poco o nada se decía sobre el tema y cuando, rara vez, alguien planteaba la cuestión, la abrumadora mayoría de contestaciones silenciaban la disidencia empleando el perverso sistema de acusar al crítico de quejica, de vago, de flojo, de no querer aprender. Observamos cómo se asumía con extrema facilidad la perversión del sistema, ningún interés en regularizarlo o, por ser claros, hacerlo legal. Se validaba así el intercambio abusivo de un supuesto aprendizaje a cambio del que se entregaba la única arma de cualquier trabajador, su fuerza de trabajo, como parte de un sistema que responde a la falacia de no entender que la formación especializada de esos cocineros explotados les favorece a ellos… y al señor que lleva las estrellas Michelín, que no es dueño precisamente de una academia.

Jordi Cruz: “Un restaurante Michelín es un negocio que, si toda la gente en cocina estuviera en plantilla, no sería viable. Tener aprendices no significa que me quiera ahorrar costes de personal, sino que para ofrecer un servicio de excelencia necesito muchas manos. Podría tener solo a 12 cocineros contratados y el servicio sería excelente, pero si puedo tener a 20, será incluso mejor. Las dos partes ganan. Es un ‘tú me das tus manos y yo te enseño”
Vayamos por partes. Tener aprendices sin cobrar significa que te estas ahorrando costes de personal. Esto no es debatible. En segundo lugar: las dos partes no ganan, hay una que gana bastante más –el empleador – porque mantiene una posición de dominio y porque aprender en un trabajo es algo que beneficia a ambas partes. El trabajador aprende, cierto, pero el empresario tiene a un personal formado y especializado algo que, con toda seguridad en este caso, necesita. Conviene desmontar esta “mentira del intercambio” que minusvalora la figura del profesional generoso y honrado –los hay-, que reconoce el trabajo, paga a sus empleados y les forma porque es consciente de que a mejores empleados, mejor servicio, lo que redunda a la postre en su beneficio. La formación es una inversión. Nunca un gasto.

No mucho menos surrealista es la respuesta de su compañero en TVE (La pública, ojo) Pepe Rodríguez:
“Me encantaría tenerlos a todos dados de alta en la Seguridad Social, pero yo no puedo tener 20 nóminas en cocina, es una burrada. Y eso que estoy a favor de regular mejor la figura del ‘stagier’, se lo he propuesto a la Junta de Castilla-La Mancha pero no me hacen caso. ¿Qué podemos hacer si tenemos a un montón de jóvenes que quieren venir a aprender? ¿Les niego la entrada?”.
¿Por dónde empezar? Si no puedes tener 20 nóminas, la respuesta es sencilla: No las tengas. Si tiene usted, querido, un montón de jóvenes que quieren ir a aprender, monte una academia. O, en caso de no querer, tenga una cierta ética y no los coja porque con ello les estará enseñando algo importante: a no malvender su trabajo y su esfuerzo. En otro orden de cosas, dudo que este sea un país que necesite un tipo de contrato en exclusiva para dar soporte a un modelo laboral cuya legalidad es más que cuestionable: la pretensión de excepcionalidad es un viejo mito que oculta, las más de las veces, un ejercicio abusivo del poder en busca de privilegios.

En resumidas cuentas, nada que no hayamos escuchado como arquitectos. Todas las falacias puestas en línea».

 

Os invitamos a leer este post de Stepien&Barnó en el que describen verdades como puños sobre el estado actual de la profesión. Os dejamos algunos puntos que nos han parecido fundamentales, pero no para quedarnos en la queja y solamente con el punto negativo que tan obvio es en el mundo de la arquitectura, sino para mejorar, aprender y cambiar nuestra disciplina, de la que algunos disfrutamos cada día, desde cada una de nuestras posiciones:

– Los colegios podrían haber sido punto de encuentro para compartir trabajo, para producir sinergias, para que nos ayudasen a gestionar mejor nuestra actividad profesional; pero por desgracia, en la mayoría de las ocasiones no ha sido así.

– La pyme que compite por precio está destinada a ser esclava de sí misma. Por muy bien que lo haga y por mucho que trabaje, los bajos márgenes y la baja facturación son una combinación terrible. Los arquitectos, en general, con la llegada de la crisis, hemos pensado que lo que vamos a hacer es lo mismo pero un poco más barato y, así, el cliente nos escogerá a nosotros en vez de a nuestro vecino arquitecto. Y como es lógico, ésta es la mejor forma de hacer el canelo y que, poco a poco, nuestra situación se vaya volviendo cada vez más dramática.

– Esto de conseguir clientes, más en los tiempos que corren, no es tarea fácil y, sin embargo, ni nos forman ni nos formamos para ser más eficientes en esta importante tarea.

2015.09 masqarquitectura

Imagen: masqarquitectura.es

Hemos iniciado una nueva aventura: Colectivo #Medellín8.

Como casi todas estas agrupaciones, #Medellín8 surge de unir iniciativas e inquietudes comunes. En este caso en particular, nacen de un grupo de arquitectos cuyos caminos se encontraron en un Seminario Internacional de Urbanismo en el Caribe (qué bien suena) y que estrecharon lazos y amistades en los pasillos (el pasilleo y los bares en los congresos, son el mejor espacio para establecer redes y afinidades). Cada uno poseemos especialidades diferentes que nos regalan una mirada distinta sobre la ciudad, y lo que perseguimos con esta unión es interactuar y aprender tanto entre nosotros como de otras múltiples disciplinas.

Hoy (08OCT15) hemos hecho nuestra primera intervención como Colectivo. Ha sido para el Congreso «Encuentro de Innovación en el Diseño y la Construcción – NODO«, en la Universidad Autónoma de Aguascalientes (México), ante una asistencia de alrededor de 1000 personas. Nuestra conexión allí era Martín Gómez-Tagle, parte del equipo, y con una ponencia que hablaba sobre el procomún, los colectivos y sobre hacer una arquitectura crítica fomentando la participación de una sociedad activa. Cada uno de nosotros ha hecho una intervención online (desde Colombia, Chile, Uruguay y Brasil) y hemos abierto un debate sobre nuestros actuales temas de trabajo, que a su vez reúnen las inquietudes que generaron en su momento el nacimiento de #Medellín8:

  • Arquitectura Crítica-Sociedad Activa
  • Urbanismo de Código Abierto
  • Democratizar el acto de hacer ciudad
  • Soy Arquitec@ y no soy indiferente
  • La formación en las Escuelas de Arquitectura – La multidisciplinariedad
  • Diseño Participativo e Innovación Social
  • Problemas comunes, soluciones puntuales
  • TIC’s (Tecnologías de la Información y la Comunicación) y Ciudad
  • Juego, Educación y Ciudad
  • Memoria e Identidad Colectiva
  • Lo Glocal
  • Procesos “de arriba hacia abajo” (Top-Down) y “de abajo hacia arriba” (Bottom-Up)
Imagen de un momento de la intervención de #Medellín8

Imagen de un momento de la intervención de #Medellín8

Seguiremos investigando en torno a estos temas, aprendiendo de otros congresos, de otros ponentes, estudiantes, acciones y experiencias.
 
 

Ontem marcou o início de um novo desafio: Coletivo Medellin8. A origem da proposta do Coletivo surgiu das inquietações de um grupo de arquitetos cujos caminhos se encontraram em um Seminario De Urbanismo Internacional em terras Colombianas. Cada membro é especialista em diferentes áreas da arquitetura e traz ao grupo um olhar distinto sobre a cidade.

Hoje fizemos a nossa primeira intervenção como Coletivo, participando do Congresso » Encuentros de Innovación en el Diseño y la Construcción – NODO » na Universidade Autónoma de Aguascalientes, México.

‪#‎Arquitetura‬ ‪#‎ColectivoMedellin8‬ ‪#‎cidade‬ ‪#‎GestãoUrbana‬ ‪#‎EspaçoPúblico‬ ‪#‎tamojuntohomero‬ ‪#‎doação‬ ‪#‎medulaossea‬
(Traducción por Sati Fukunaga)
 
 

Café-Bar Alfonso 01

En esta ocasión, queremos presentaros el trabajo realizado para el proyecto del Bar Alfonso en Jaén. Un proyecto de reducidas dimensiones pero al que le hemos dedicado toda nuestra ilusión e interés. Desde el momento del encargo, y hasta el día de hoy, seguimos en contacto con el promotor para poder comprobar los aciertos y errores del trabajo realizado.

‪ANTECEDENTES
Alfonso fue el promotor del proyecto. Había trabajado muchos años en el sector de la hostelería y se decidió a dar el salto para montar su propio negocio. El local a intervenir era de tan sólo 72,54 m2 y el programa de necesidades requerido por Alfonso albergaba una zona de servicio con un pequeño almacén, cocina y barra, con el requisito de estar comunicada con el exterior para dar servicio a la terraza y a una zona de acceso público que constaría de zona de mesas y aseos.

‪LA PROPUESTA
Dadas las reducidas dimensiones del local se plantea en su interior un espacio continuo en el que se juega con la altura libre mediante techos acústicos para generar dos ambientes. Uno más acotado cercano a la barra y otro de mayor altura para la zona de mesas.

planta

‪FACHADA EXTERIOR
Como primera imagen del lugar, se creó una celosía de lamas de acero anaranjadas que debía cumplir una doble función: generar una imagen dinámica y fácilmente reconocible, y servir de cierre de seguridad durante las horas en las que el local no permanece abierto. Así, se moduló la celosía móvil para que permitía generar una fachada distinta en función del uso del local.

alzado cerrado

alzado abierto

03_ext-alfonso

01_ext-alfonso

‪‪LA ILUMINACIÓN INTERIOR
Aprovechando los orificios del doble falso techo acústico, se diseñó una iluminación ambiental. También se diseñó una iluminación lineal en el encuentro entre los falsos techos y los paramentos verticales, quedando oculta entre ellos y bañando las paredes blancas. Por último, se dispusieron diversos puntos de luz para que el promotor pudiera controlar en cada momento el tipo de iluminación que quisiera obtener. La iluminación fue instalada con tecnología LED, lo que hizo que toda la iluminación del local no superara los 350W, lo que ha supuesto un gran ahorro energético a largo plazo.

04_int-alfonso

sección

Sin lugar a dudas, este trabajo pudo llegar a ser lo que es gracias a la constante dedicación hacia cada uno de sus detalles, algo que nos apasiona y que nos permite estar orgullosos de nuestro trabajo. También fue indispensable la buena coordinación entre promotor, constructor y técnicos, por lo que no queremos dejar pasar la oportunidad de dar las gracias tanto a Alfonso, por su confianza en Estudio Atope, como a los Hermanos Quesada, por su gran interés en realizar un trabajo de calidad en todo momento.

Esperamos que os haya gustado este pequeño proyecto. Pronto os seguiremos mostrando otros trabajos con la misma ilusión que siempre.

Al fin, el pasado viernes el Consejo de Ministros aprobó el acuerdo por el cual los estudios de Arquitectura de plan antiguo equivalen a Grado+Máster (Máster del título de Arquitect@, correspondiente al nivel 3 del Marco Español de Cualificaciones para la Educación Superior (MECES) y al nivel 7 del Marco Europeo de Cualificaciones (EQF)). Con este Acuerdo, el Consejo de Ministros culmina el proceso de correspondencia del Título de Arquitecto pre-Bolonia, en aplicación de las disposiciones del RD 967/2014 de 21 noviembre.

Aun así, y tal y como alerta la Federación de Asociaciones de Ingenieros Industriales de España (FAIIE), dichas equivalencias no tienen efecto en Europa porque “España todavía no ha enviado aún el informe de equivalencias del marco español al grupo de expertos del marco europeo”, según ha indicado La Comisión Europea en España.

[editado 14/09/2015] En este enlace ya se puede solicitar el certificado de correspondencia del Título de Arquitecto como Grado + Máster (también títulos como Ingeniero, Licenciado, Arquitecto Técnico, Ingeniero Técnico y Diplomado según los niveles MECES correspondientes).

2015.09 masqarquitectura

Imagen: masqarquitectura.es

Fuentes:
* http://cincodias.com/cincodias/2015/09/04/economia/1441381987_089148.html
* http://www.lamoncloa.gob.es/consejodeministros/referencias/Paginas/2015/refc20150904.aspx#Tuniversitarios
* http://www.mecd.gob.es/servicios-al-ciudadano-mecd/catalogo-servicios/gestion-titulos/estudios-universitarios/titulos-espanoles/correspondencias-titulos-meces.html
*http://www.cscae.com/index.php?option=com_content&view=article&id=3682%3Aaprobacion-del-titulo-de-arquitecto-como-master&catid=59%3Ajuridica&Itemid=100
* Manuel Saga
* Mariela Fernández Bermejo

Vale la pena detenerse a leer esta entrevista a Carme Pinós en El País por Anatxu Zabalbeascoa, por la coherencia y la experiencia que desprende. Frases y conceptos tan reales y certeros como «Las ciudades cambian si se empeña la ciudadanía. Si la ciudadanía calla, los políticos continúan», la defensa del trabajo en equipo en la tarea de hacer y construir ciudad, arquitectura como conexión entre el arte y la vida,…

Pero en este post, no vamos a hablar de participación ciudadana o trabajo multidisciplinar. Nos ha llamado profundamente la atención el titular, elegido de entre otras muchas frases de la entrevista: “Con una vida familiar no hubiera podido trabajar al 100%”. Si leemos la respuesta en su contexto un poco más abajo, se entiende (tristemente) que en la época en la que estudió Carme («en la escuela éramos 4 frente a 200 hombres»), tuviera que tomar la decisión de elegir entre profesión y conciliación. La duda que nos queda, 30 ó 40 años después, es si cualquier arquitecto, ya sea hombre o mujer (o generalizando aún más, cualquier persona que quiera ascender en su carrera profesional, cualquier autónomo que tenga que sacar su empresa adelante -su sustento familiar- y querer pasar tiempo de calidad con su familia) tiene hoy la opción de la conciliación y no la obligación de decidir entre una u otra. Queda mucho por hacer.

Os invitamos a leer la entrevista detenidamente y a reflexionar.

Eva y yo

A lo largo de estos últimos años, debido a la disconformidad ciudadana y al uso cada vez más generalizado de las nuevas tecnologías de la información y comunicación, han surgido varios mapas que quieren mostrar el abandono y el desuso de ciertos inmuebles de reciente construcción, así como el despilfarro de dinero público por toda la geografía española. Muchos de estos mapas nacen de iniciativas sociales o políticas, y se realizan de manera individual o de forma colaborativa a través de diversas aplicaciones; como el que se está realizando para la ciudad de Jaén titulado “Jaén en ruinas”.

Todos están elaborados por ciudadanos que opinan sobre el urbanismo y la arquitectura de estos últimos años en España; sobre su producción, su calidad y su idoneidad urbana y social. Porque la arquitectura, pese a la endogamia que encierra nuestra disciplina (como tantas otras), se vive y se utiliza a diario. Y es este uso, su permanente exposición pública y su clara influencia en la gestión de las ciudades, lo que debería impulsarla a dialogar con el resto de profesiones, para hacerla llegar a la ciudadanía ahora que la comunicación es más fluida, más horizontal y menos jerarquizada.

Del análisis de uno estos mapas me surge la duda de cómo vemos las obras de transformación urbana los arquitectos y cómo las percibe el resto de la ciudadanía. En definitiva, cómo nos ve el resto de la sociedad. Y es que, en dicho mapa aparecen elementos (edificios, esculturas, etc) que la mayoría de arquitectos no hubiera incluido en una lista de horrores urbanísticos y que no se sabe muy bien a qué criterio responden.

Al igual que en otras disciplinas, es cierto que llegado determinado punto del debate son necesarios conocimientos más profundos y estudios específicos del tema a tratar. Pero no hay que olvidar lo mencionado anteriormente, que la arquitectura se utiliza a diario, forma parte de nuestra vida, de la cotidianidad de nuestro día a día, individual (casa) y colectiva (recorridos, trabajo, ocio, paisaje urbano, memoria común,…). Todo el mundo tiene claro cómo sería su vivienda ideal, cómo habitarla según sus necesidades; y a otra escala, algo parecido pasa también con los equipamientos públicos (tanto funcional como emocionalmente). Para abrir las miradas hacia una arquitectura que se inserte en las ciudades con un lenguaje contemporáneo, sigue siendo necesario que exista una comunicación más clara y directa con los ciudadanos.

Actualmente, en la ciudad de Granada se debate acerca de la idoneidad del nuevo acceso a la Alhambra: el proyecto Puerta Nueva de Álvaro Siza y Juan Domingo Santos. Y para acercar el proyecto a la ciudadanía, hace unos días se inauguraba en el Museo del Palacio de Carlos V una exposición sobre el mismo: ‘Visiones de la Alhambra/Álvaro Siza’. Así se promueve un debate necesario (en un momento ideal por el punto en el que se encuentra) porque es un proyecto de ciudad, que afecta a Granada y a los granadinos, y que debido a su emplazamiento sobrepasa sus fronteras.

En éste, como en muchos otros proyectos, vale la pena detenerse. Comprobar las necesidades que a día de hoy posee el monumento y cómo las cubre la intervención propuesta por Siza y Santos. No quedarse sólo en formas, volúmenes y apariencias, porque la arquitectura parte de un programa (deseos y necesidades) que se elabora, se modifica y se ejecuta hasta el detalle. Una arquitectura que suele estar llena de relaciones invisibles que juegan con los recorridos, que dialogan con el entorno, que incluyen preexistencias y referencias que se enhebran con un lenguaje contemporáneo hasta articular el conjunto del proyecto. Y esto a veces se hace con una genialidad tal que llega a resultar incluso mágico, y es por esta sensación descubierta, que deberíamos ser capaces de contarla.

Maqueta del proyecto Puerta Nueva

* Mientras se redactaba este post, también ha surgido un reto: realizar un mapa colaborativo mostrando la buena arquitectura. Te animo a participar. Pincha aquí.

María Toro Martínez [Estudio Atope]

 
**ARTÍCULO ORIGINAL PUBLICADO POR LA CIUDAD VIVA**
 

A %d blogueros les gusta esto: