Tras 4 años de aventura empresarial, Laura y Miguel deciden ampliar su clínica de fisioterapia, un espacio donde salud, movimiento y cuidados se integran de forma excepcional.
Los retos planteados en el proyecto serán, por una parte, plasmar todas estas cualidades en la fachada para consolidar su identidad y presencia en el entorno y, por otra, llevarlas al espacio central de la clínica junto con los colores corporativos. Todo esto será especialmente atendido en la zona de la entrada, ya que ésta se articula como el espacio de bienvenida y acogida para los pacientes, de los cuales un alto porcentaje son mujeres embarazadas y en periodo de crianza, por lo que ha de ser un espacio amplio y amable que inspire calma y tranquilidad.
La intervención incorpora los dos locales anexos sin grandes transformaciones espaciales, atendiendo a los detalles y definiendo con delicadeza el encuentro entre las distintas partes y elementos constructivos. Todo ello partiendo de una sencillez proyectual que consigue unificar espacios diversos entre sí a través de la iluminación y de una pieza central capaz de recibir a los clientes desde una calma minimalista y, al mismo tiempo, desde la calidez.