PLAZA MAYOR |
ÉPOCA: Siglo XVI
ARQUITECTO: Francisco de Salamanca
A mediados del siglo XI, Valladolid era una pequeña aldea agrícola rodeada por una cerca defensiva. El espacio que ocupa la plaza Mayor y sus alrededores se encontraba fuera de esta primera muralla, cerca de la puerta conocida como postigo del Trigo, por donde los mercaderes entraban a la villa con los alimentos.
La existencia de la plaza Mayor en el actual emplazamiento comenzó a definirse a mediados del siglo XIII cuando el mercado se desplazó desde la Plaza de Santa María a la Plaza del Mercado, que desde comienzos del XVI se llamó Plaza Mayor. Los distintos gremios se fueron instalando en torno a ella, y fue el Convento de San Francisco, hasta 1499, el edificio más importante en las inmediaciones. A partir de esa fecha, por mandato de los Reyes Católicos fue la Casa del Municipio la que presidió la vida de la ciudad.
Tras su destrucción, a causa del grave incendio que comenzó el 21 de septiembre de 1561, el concejo inició, al día siguiente de la finalización del incendio, el 24 de septiembre, las labores de reconstrucción. Se encargó a Francisco de Salamanca la construcción de tiendas provisionales en la propia plaza y se realojó a los afectados por el incendio, utilizando para ello casas prestadas por los propios vecinos.
La reconstrucción del entorno de la plaza Mayor de Valladolid constituye un hecho excepcional en el siglo XVI. El proyecto de Francisco de Salamanca supone la puesta en práctica de concepciones del urbanismo moderno por primera vez en España; la plaza se articula a partir de entonces como eje y elemento definitorio del espacio urbano a partir del cual parte un sistema de calles rectilíneas.
La Plaza Mayor de Valladolid es la primera plaza mayor regular de España, cerrada y con soportales, espacio destinado a ser utilizado como mercado y como escenario de las celebraciones públicas, tan apreciadas por la monarquía de los Habsburgo, para lo cual habían sido diseñadas grandes balconadas que facilitaban la visión de los espectáculos.
Estas nuevas reglas urbanísticas definen la plaza como un gran espacio abierto regular que permite racionalizar las necesidades de la villa en torno a un mismo lugar y que por tanto concentró a partir de entonces las principales actividades políticas, mercantiles, festivas y religiosas. Las nuevas calles van a servir en muchas ocasiones para aunar visualmente ciertos hitos urbanos tal como sucede con el eje Plaza del Ochavo-Calle de la Platería y la Iglesia Penitencial de Nuestra Señora de la Vera Cruz.
La repercusión del proyecto de Valladolid se extendió durante el siglo XVII, para otras ciudades en España y Sudamérica teniendo incluso repercusiones en Italia. En este sentido, las plazas mayores de Madrid y Salamanca, que datan de 1617 y 1729 respectivamente presentan un claro influjo procedente de la Plaza Mayor vallisoletana
La plaza, una de las más grandes de España, es de planta rectangular, con unas dimensiones aproximadas de 120 metros de largo por 80 de ancho. Está completamente porticada y sus soportales descansan sobre columnas o pilares cuadrados de granito, siendo de tipo abierto, es decir, las calles desembocan en ella sin ningún obstáculo ni pantalla. Está rodeada por pequeñas calles gremiales que recuerdan el pasado mercantil del entorno.
Tradicionalmente las viviendas de la plaza tuvieron una altura de tres pisos, siendo la distribución de huecos jerarquizada. La planta primera poseía balcones, la segunda, antepechos y la tercera, ventanas sencillas. Esta disposición tiene ecos vitrubianos. Esta fisonomía original fue cambiando a lo largo del tiempo hasta la actual, en la que todos los huecos de los pisos poseen balcones.
En la denominada acera de San Francisco se encuentra el Teatro Zorrilla, inaugurado en 1884. Se sitúa en el mismo lugar en el que se alzara parte del desaparecido Convento de San Francisco, inmenso conjunto monástico, demolido totalmente entre 1835 y 1850 y que abarcaba todo el espacio comprendido entre las actuales calles de Santiago, Montero Calvo y Duque de la Victoria. La actual calle Constitución se sitúa sobre la desaparecida iglesia gótica del monasterio y la calle Menéndez y Pelayo, sobre varias dependencias y las antiguas huertas.
En la actualidad, se ha intentado volver a la homogeneidad original mediante ciertos mecanismos, como el pintar de rojo todas las fachadas de las edificaciones, algo histórica y estéticamente discutible.
FUENTE http://www.valladolid.com/plaza-mayor + http://www.valladolidweb.es/valladolid/imagesmagvall/023.htm