IGLESIA DE SAN MIGUEL

ÉPOCA: Siglo XVI
ARQUITECTOS:

Se trata de la iglesia del antiguo colegio de San Ignacio de la Compañía de Jesús. Al producirse la expulsión de los Jesuitas en 1767, por orden de Carlos III, el edificio se destinó a parroquial de San Miguel.
Construida en el último cuarto del siglo XVI, bajo el Patronato de los Condes de Fuensaldaña, la iglesia es uno de los más claros exponentes de la arquitectura jesuítica, no existiendo noticias sobre la autoría de las trazas, se ha barajado la posibilidad de que fueran artífices de la Compañía o bien artistas del foco vallisoletano, como Juan de Nates.
El edificio está construido en ladrillo y tapial, reservando la piedra para elementos más destacados como la portada. Responde al modelo característico de la Compañía, y tiene su prototipo en la Colegiata de Villagarcía de Campos.
Consta de nave única, con capillas entre contrafuertes y planta de cruz latina. El espacio rectangular en que se inscribe la cruz, se completa con dos dependencias de planta cuadrada a ambos lados de la cabecera, el Relicario y Antepresbiterio.
Detrás de la cabecera y en sentido transversal a la nave se sitúa la Sacristía, de grandes dimensiones.
La nave se divide en tres tramos, separados por pilastras con capiteles corintios, sobre los que se advierten los escudos de los condes de Fuensaldaña, patrones de la iglesia.
Un entablamento corrido recorre toda la nave, tiene un arquitrabe compuesto por diversas molduras, friso decorado con motivos geométricos y cornisa formada por varias molduras con dentellones. La cubierta se resuelve mediante bóvedas de cañón con lunetos, donde se disponen ventanas termales, decoradas con yeserías planas con formas geométricas y puntas triédricas. Todo el interior está enlucido de cal.
En el crucero se dispone una cúpula rebajada de planta oblonga con pechinas, con los escudos de los Condes de Saldaña. Al exterior se cubre con cimborrio de planta cuadrada y tejado a dos aguas, sin linterna.
A ambos lados de la nave se disponen las capillas, tres en cada lado, con amplios huecos para favorecer el tránsito lateral. Estas capillas, de planta rectangular, se encuentran a menor altura que la nave y se cubren con bóvedas vaídas de planta oblonga, y de aristas en el tercer tramo. Todas ellas se decoran con pinturas al fresco.
La fachada principal consta de dos cuerpos, aletones y frontón, conforme al modelo de Vignola. La superficie se divide en espacios rectangulares por medio de listeles. El acceso se realiza mediante hueco adintelado coronado con frontón curvo y partido, en cuyo tímpano se aloja un escudo acuartelado, sobre el que se coloca una hornacina que remata en frontón triangular con esferas en sus extremos. En el interior de la hornacina, una escultura en piedra representa a San Miguel. A ambos lados se disponen sendos escudos de los Condes de Fuensaldaña.
En el cuerpo superior, el escudo real, colocado en 1775 para sustituir al JHS jesuítico, por encima del cual se dispone una ventana adintelada. Remata en frontón triangular, con óculo en el tímpano y sobre sus tres vértices las típicas esferas del clasicismo postescurialense.


FUENTE Texto descriptivo que acompaña la incoación del bien. Boletín Oficial Castilla y León. 08/02/1996

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