archivo

Docencia

El viernes 6 de mayo, familias de toda Europa, a través de sus centros educativos y sus respectivas AMPAS, organizaron eventos para reivindicar #CallesAbiertasParaLaInfancia capitaneados por Clean Cities. #StreetsForKids es una iniciativa coordinada a nivel europeo que nace para fomentar entornos escolares seguros, que faciliten la autonomía infantil en los itinerarios casa-colegio-colegio-casa al ser accesibles y amables para los peques. Así se disminuye la contaminación en el entorno escolar, se consiguen calles lentas que reducen los accidentes de tráfico y se promueven otras formas de movilidad urbana más sostenibles y saludables para la comunidad educativa en general. Fue la mayor movilización europea para conseguir calles sin coches alrededor de los colegios y pedir #StreetsforKids! 

Cuando desde el AMPA Almazara vimos la convocatoria, decidimos proponérsela al equipo directivo del C.E.I.P. Nuestra Señora de la Capilla para llevarla a cabo. Desde el primer momento la comunidad educativa se volcó con el evento. Fue un trabajo colaborativo precioso, ya que desde el principio elaboramos entre todos las actividades y, posteriormente, fueron los docentes los que trabajaron durante la semana previa con los niños y niñas del centro para «poner la calle bonita» y los miembros del AMPA los que pusimos todos los medios posibles para hacerla realidad.

Durante la intensa y maravillosa mañana del viernes 6 de mayo tuvo lugar en Calle Andújar «Del cole a la calle» · «Perdonen las molestias, estamos jugando para ustedes» (Francesco Tonucci). Fue una mañana llena de contenido en esta calle aledaña al cole y donde se produce la entrada y salida de los más pequeños en un espacio constreñido y de prioridad para el transporte privado.

A lo largo de la jornada, la calle se abrió para la infancia y se cerró durante unas horas al tránsito de vehículos, protagonistas únicos de la escena urbana.

Se dotó a esta vía de una animada vida de barrio gracias (1) a que la entrada y salida de los peques se produjo de una forma totalmente distinta (se animó a las familias a acudir este día al centro de una forma más sostenible), festiva y sorprendente (tanto los alumnos y alumnas como sus familias estaban totalmente sorprendidos por el cambio que había tenido lugar en la calle), y (2) a que se desarrollaron actividades que normalmente se realizan dentro del centro: clases de música, de educación física, de plástica, de matemáticas, el poder disfrutar de la merendola del recreo, etc.

Todo esto sirvió para visibilizar:

  • La posibilidad de la transformación parcial de la calle apostando por una flexibilización de usos entre los perennes aparcamientos y la ampliación de acerado de entrada al cole con aceras continuas formando una plataforma única donde los bolardos y las vallas den paso a la vegetación (macetas, alcorques, jardineras,…).
  • Las ventajas de reducir la entrada de los vehículos para dar paso a caminos seguros al cole con itinerarios más amables y accesibles, fomentando la autonomía de los peques y también otras formas de movilidad urbana más saludables y sostenibles (a pie, en patinete, en bici,…).
  • Los beneficios de reducir la velocidad del transporte privado para generar calles lentas que aumenten la seguridad de los itinerarios a pie.
  • La importancia de la participación ciudadana para el re-diseño de las calles, ya que es importante escuchar las voces de los más reticentes a la peatonalización. Y asegurarles que nunca se corta el paso a emergencias (bomberos, ambulancias,…) y tampoco a carga/descarga que sirve tanto al propio centro como a los locales comerciales de la zona (quienes seguramente verían incrementadas sus ventas si esta calle tuviera más paso/paseo de peatones y también quizás, se animaría algún negocio más a instalarse en esta calle).

De repente, Calle Andújar fue escenario urbano practicado, cantado, jugado, re-inventado, re-decorado, re-diseñado, hackeado y pintado con mil colores. Fue tablero de juego y también espacio educativo. Fue la práctica urbana más sencilla y que dejó de serlo en un in-determinado momento de nuestra vida donde la ciudad se tornó insegura: el juego en la calle. En definitiva, Calle Andújar fue vivida. Se coloreó la calle y el colegio, sus fachadas y sus transversales sobrias y sin ritmo. Se cambió el ruido de los coches y el humo del día a día por escuchar la actividad los niños/as y, ¿puede haber un sonido más bonito en la ciudad que el de los niñ@s jugando en sus calles? Si la ciudad es segura, amable, accesible y lenta para ellos, lo es para casi todo el mundo.

QUÉ ES

#EA es un taller infantil GRATUITO donde a través de la arquitectura, el urbanismo y el patrimonio, se darán a conocer ciertos elementos materiales (la ciudad en sí) e inmateriales (historias y leyendas) de la ciudad de Jaén como elementos de interés cultural que hay que proteger, conservar y difundir: “A través del conocimiento se puede llegar al verdadero aprecio de las cosas y, a través de éste, a poner los medios para su preservación” (Almagro Gorbea, 1999).

DÓNDE

21 DE NOVIEMBRE EN EL MUSEO ÍBERO DE JAÉN.

[GRUPO 1] 10:30 – 12:00 /// [GRUPO 2] 12:15 – 13:45

PARTICIPANTES

Niños con edades comprendidas entre los 8 y los 12 años. Cada taller se estima para un máximo de 10 alumnos cumpliendo en todo momento las recomendaciones hechas por el Ministerio de Sanidad en relación a la pandemia provocada por el CoVid-19: mantener distancia de seguridad, mascarillas e higiene de manos y de material en todo momento.

POR QUÉ

Se quiere implicar a los niños con el mundo que les rodea, con la ciudad que pisan y juegan, despertando su interés por la arquitectura, el patrimonio y el urbanismo sostenible. De esta manera, se pretende hacerles saber que son capaces de cambiar el aspecto y estado de sus barrios, fomentará su pensamiento crítico, su creatividad e imaginación.

PARA QUÉ

Francesco Tonucci explica cómo los adultos somos peores si no nos controlan los niños, peores como personas, como conductores, etc. y la ciudad se hace así más insegura. Estos talleres consiguen trasladar a los niños la importancia de cuidar y respetar nuestro entorno urbano: las calles que paseamos, las calzadas que cruzamos y las plazas que jugamos. Se pretende generar una chispa que avive el deseo de querer conocer más acerca de nuestra ciudad y transmitir lo aprendido, para así implicar a sus familias y conocidos y provocar una cadena de intercambio de conocimiento técnico y social, tanto generacional como vecinal.

Otros objetivos perseguidos son fomentar sus aptitudes y capacidades artísticas, la creatividad, la imaginación, la observación y el trabajo en equipo.

METODOLOGÍA

A partir de un proceso lúdico y educativo basado en una metodología activa y participativa, en los talleres se realizan diferentes ejercicios y actividades mediante los cuales los participantes se convierten en verdaderos Pensadores Urbanos, trabajando sobre cuestiones que les afectan directamente para fomentar su interés e implicación. La clave de estos talleres es que no se pretende que los participantes sean simples espectadores, sino que se busca comprometerles para que conozcan e interioricen su ciudad y se sientan parte de ella como protectores y encargados del cuidado y evolución de la misma.

El juego será la estrategia para explorar y aprender, para interactuar con el espacio jugando con los materiales, con las formas, con la luz, etc. La creatividad es el motor que mueve el mundo.

INSCRIPCIÓN

John Dewey dejó claro que el ambiente donde se enseña y aprende es en sí un educador. Los buenos espacios enseñan y construyen. Los malos espacios no enseñan nada, nos ponen de mal humor e incluso destruyen tejidos sociales. El ambiente educador se extiende más allá del edificio escolar. La ciudad es educadora. El país y sus leyes son educadores. La calidad de su libertad es el principal educador” (Raedó, J.). En un mundo donde cada vez más los niños se mueven de un sitio a otro en coche, es importante volver a los pies, proponer una educación para la ciudadanía basada en vivir y habitar la ciudad. Los niños saben si una ciudad es segura o no, ellos más que nadie. En estos talleres se intenta que los niños sean conscientes de los problemas de su entorno cercano, que sean capaces de señalarlos, describirlos e interiorizarlos para así buscar soluciones, generar propuestas y aportar sus deseos e inquietudes. “Si una ciudad es adecuada para la vida cotidiana de los niños quiere decir que es una ciudad segura, con poco tráfico, escasa delincuencia, con redes sociales estables en los barrios que cuidan colectivamente de sus niños” (Raedó, J.).

COLABORAMOS ORGANIZANDO

Ambas están basadas en lo cercano, lo cotidiano, lo local, lo concreto, lo cercano, lo vivencial, lo subjetivo y lo emotivo. Y desean difundir el patrimonio (material e inmaterial), aprender jugando, jugar aprendiendo, sentirnos orgullosos de nuestra ciudad, construir un imaginario colectivo a partir de la participación ciudadana y compartir de forma común nuestros conocimientos sobre el Conjunto Histórico de Jaén. Todo esto para poner en valor el amplio legado patrimonial histórico artístico, arquitectónico y etnológico de la ciudad a través de sus ciudadanos y visitantes, para recuperar y ampliar la memoria colectiva.

Durante los meses de noviembre y diciembre de 2020 se celebrarán estas jornadas bajo el lema Educación y Patrimonio. Las visitas presenciales se realizarán cumpliendo en todo momento las medidas sanitarias y de seguridad establecidas para la contención del COVID-19.

Las Jornadas Europeas de Patrimonio es una iniciativa conjunta del Consejo de Europa y la Comisión Europea, constituyen uno de los eventos culturales participativos más ampliamente compartidos por los ciudadanos de Europa. La naturaleza de los eventos que se realizan contribuyen a unir a los ciudadanos y sensibilizar a la ciudadanía sobre la riqueza y la diversidad cultural de Europa, la necesidad continua de su salvaguarda o difusión y fomentar el diálogo intercultural y el sentimiento europeo.

Según la UNESCO, el patrimonio cultural es la herencia cultural propia del pasado de una comunidad, con la que ésta vive en la actualidad y que transmite a las generaciones presentes y futuras. Inherente a esta definición es la población, la sociedad que crea, conserva, aumenta y difunde dicha herencia cultural. En ese proceso, la educación juega un papel fundamental para que la ciudadanía adquiera conocimientos y desarrolle actitudes de respeto y sensibilidad hacia los valores culturales inherentes a los bienes patrimoniales. Por ello, el desarrollo de estrategias y dinámicas de enseñanza-aprendizaje en torno a los valores de este patrimonio supone una de las líneas de actuación más eficaces y rentables para garantizar la preservación de los bienes culturales.
La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, a través de la Dirección General de Patrimonio Histórico y Documental, las ocho Delegaciones Territoriales de la Consejería y el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, con la colaboración de otras instituciones públicas y privadas, han programado un ambicioso programa de actividades gratuitas en todo el territorio de Andalucía.

El año pasado iniciamos una serie de reuniones en el cole de nuestros peques para regenerar el patio de los más pequeños. Éste, como otros muchos patios, no han evolucionado al mismo tiempo que lo han hecho las metodologías educativas actuales y la sociedad en general. Pretendía ser un microproyecto colaborativo que comenzara este curso 2020/2021 y que integrara la participación ciudadana, que fomentara la inteligencia colectiva, la creatividad social y que re-generara y re-activara los espacios comunes de los centros educativos.

Surgió con la idea de que el juego es “una herramienta de aprendizaje, en la mayoría de los casos innata. Jugar nos hace ganar seguridad, nos ofrece la posibilidad de crear una imagen positiva de nosotros mismos, una sensación de bienestar… descubrimos qué podemos hacer y hasta dónde podemos llegar”, teniendo presente la premisa de que “jugar no sólo es un derecho, es una necesidad a partir de la cual los niños experimentan, sienten, descubren, expresan y aprenden sin apenas darse cuenta» (Patios dinámicos, 2019). El proyecto fue muy bien acogido por el centro, que se esfuerza curso tras curso por mejorar tanto metodología, como docencia como instalaciones. La idea nació tanto con el deseo que provoca la inquietud de mejorar y de ofrecer la oportunidad de utilizar el patio como espacio de juego además de darle un papel protagonista para generar un ambiente de convivencia amable y equilibrado. Se pretendía también dotarlo de la cualidad inclusiva, entendiendo como inclusión el “compartir, participar, pertenecer, respetar, comprender, …” (Patios dinámicos, 2019).

Como en todos nuestros talleres, se quería implicar a los niños con el mundo que les rodea, con la ciudad que pisan y juegan, despertando su interés por la arquitectura y el urbanismo sostenible. Y por qué no empezar con sus patios, con su entorno más cercano. Esto se acentúa si además tenemos en cuenta que el patio, que debería ser el punto por excelencia de los encuentros, divertido, foco de la diversidad, educativo y saludable, en general, no es valorado con la importancia que debería tener. Lo que se traduce en su estatismo físico durante décadas: no han disfrutado de ninguna remodelación y siguen teniendo el mismo aspecto que hace años. Por ser “un elemento desligado del currículo, habitualmente se relega su función educadora y pedagógica y se ven mermadas sus funciones y su disfrute” (Basurama, 2015). Aun así, aunque sean espacios baldíos y varados en el tiempo, los niños nos enseñan cómo usarlos de la forma más creativa e imaginativa posible. Si tomamos conciencia de que hay mucho conocimiento que no surge propiamente en el interior de las aulas, sino que muchas veces es un trabajo colaborativo, donde podría ser una actividad de hacer más que de pensar, el patio es el lugar perfecto para desarrollar un conocimiento experiencial, colectivo, social y abierto a niños, docentes y familias. «Es necesario un replanteamiento de las prácticas educativas cotidianas sobre los patios y una observación cuidadosa de las dinámicas relacionales entre el alumnado que se producen en los patios para convertirlas en inclusivas desde una vertiente crítica y transformadora. Necesitamos utilizar esta franja horaria con fines educativos” (C.P. Bernardo Gurdiel, 2016).

Todo esto está ligado también a su autonomía. Quizás deberíamos pararnos a pensar por qué actualmente los niños cada vez más realizan sus desplazamientos en coche y menos a pie, sobre todo solos. Una de las razones es, según Tonucci (2016), que les hemos quitado dicha autonomía a los niños, no salen a la calle y las calles, a su vez, son inseguras porque no hay niños en ellas. “Su presencia obliga a los adultos a tener cuidado. Son la seguridad más barata y sencilla”. Si una calle es segura, habrá niños y mayores, “un niño que se mueve con sus progenitores es un hecho privado. Aunque se porten mal los padres, no es fácil intervenir. Un menor que va solo es un hecho público. Por malos que seamos, que lo somos, prácticamente nadie rechaza ayudar a un niño” (Tonucci, 2016). Se volverían a tejer esas redes de confianza gracias a este proyecto facilitando que las familias se conocieran, y donde los comercios locales fueran esos espacios a los que acudir si un niño se sintiera inseguro en el espacio público. Quizás, la pandemia nos ha dado la oportunidad de volver a llenar las calles de ojos que las vigilan y las hacen seguras gracias a la solicitud de muchos centros escolares de la peatonalización de sus entornos. Se podría dotar con estos micro proyectos (de interior de patios conectados con un entorno amable) de espacios seguros para los niños a los recorridos cotidianos (si un espacio es seguro para un niño, casi con toda seguridad lo será para el resto de la sociedad), para devolverles su autonomía fomentando cosas tan básicas como el comercio de barrio y la vida de acera (Jacobs, 1961).

Este año prima la rapidez por el covid19. El proyecto participativo y colaborativo habrá de esperar o de transformarse en una cooperación online, que después podrá materializarse por turnos, con distancias de seguridad y mascarillas al aire libre para generar un patio amable, seguro y lleno de vida. Para obtener un proyecto integral que englobe todo (pavimentos, pilares, entrada y salida, portón, entorno, cerramientos, paredes, huerto urbano, mobiliario, elementos de juego, graffiti realizado este año, etc) y no de mini-actuaciones que vayan parcheando defectos puntuales. Lo primero que habría que hacer es modificar el espacio donde nuestros niños entran. Dadas las características y los medios actuales, se pintó en su día con líneas sencillas el espacio destinado a cada clase, haciendo  aquí las tutoras una labor fantástica con los medios y el tiempo del que disponen:

Si les ayudamos entre todos, este espacio ganaría en muchísimos sentidos. Se le podría dar más dinamismo al patio si cada clase tuviera su propio icono: yo estoy en la flor, ¡y cuando tenga 4 años, estaré en el cohete! ¿Podríamos los padres organizarnos para ayudar al cole? Y hablan los primeros que no tienen tiempo material para nada, pero si somos muchos, el trabajo se minimiza. Podríamos buscar patrocinadores (pintura, vegetación, materiales de construcción,…), buscar subvenciones, aunar nuestras diferentes profesiones para generar un proyecto multidisciplinar, hacer un crowdfounding, juntarnos los fines de semana,… todo un proyecto bottom-up cuando desde arriba es imposible, por medios o por lo que sea, llegar a los de abajo. Y entonces son los de abajo, los propios ciudadanos, los que se ponen a trabajar (innovación colectiva). Ahí lo dejamos…

Fuente: Orientación Andújar

Fuente: Orientación Andújar

Fuente: Barakaldo Digital

Realización de maceteros con pallets reciclados

Fuente: Twitter

 

En la sesión del mes de febrero del #taller de #arquitectura para #niños en Centro infantil Guadalquivir Jaén aprenderemos, propondremos, conoceremos y jugaremos sobre la #calle.

Daremos un paseo por los alrededores, plano en mano, ¡aprenderemos a leer un plano y orientarnos por él!

Analizaremos la calle: ¿qué es esto?, ¿qué falta?, ¿puedo caminar tranquilo?, ¿por dónde pasan los coches?, ¿pasan muchos?, ¿hay bancos?, ¿y los árboles, son capaces de dar sombrita en verano?…

¡Propondremos jugando! Un gran plano a escala nos servirá para construir un plano de nuestra calle ideal de manera conjunta. El trabajo en equipo será fundamental.

El taller funciona de la siguiente manera: los papis y los niños tendréis que estar a las 18h en punto en la puerta del centro infantil. Los papás se marchan despidiéndose de los peques y tras explicarles unos pocos conceptos, leer cuentos relacionados y contarnos entre todos lo que entendemos por una calle, tienen un laargo rato para el juego libre con los bloques de Gigi Bloks y otros materiales que les entregamos allí mismo para que experimenten, trabajen en equipo, negocien, se diviertan, aprendan y modifiquen el espacio. Sobre las 19:20, aproximadamente, los papis deben de estar llegando al centro para recoger a los peques.

¡Apúntate!
📣 Edad de 4 a 9 años
📆 07 de febrero
📆 De 18:00 a 19:30 h
📣 Inscripciones aquí: https://n9.cl/9bg3

 

Mi Casa va a ser el primer taller que realizaremos en colaboración con el Centro Infantil Guadalquivir el 8 de noviembre. Será un taller dividido por edades y por lo tanto, adaptado a los conocimientos de los niños.

Entre todos contaremos las partes de las que se compone una casa, los más pequeños leerán un cuento, tanto ellos como los más mayores aprenderán de una manera totalmente experiencial qué es un plano en planta de una vivienda y aprenderán a verlo y leerlo. Durante el juego libre, ejecutarán los muros, huecos y particiones de una vivienda; abriéndose aquí el espacio a la improvisación, la innovación, las negociaciones, el trabajo en equipo, la creatividad y la diversidad. Podrán recorrer, habitar y disfrutar de su proyecto a la vez que juegan y experimentan con los espacios.

>> ¿Te vienes? RESERVA TU PLAZA AQUÍ

 

 

 

Desde que comenzó la andadura de Estudio Atope, hemos estado muy preocupados en llevar la arquitectura a los niños para concienciar de la importancia de cuidar nuestras ciudades, para hacerles ver que todos somos agentes importantes a la hora de pensar en nuestros barrios, en nuestros espacios públicos. Creemos firmemente que si los dotamos de los conocimientos necesarios y los dejamos explorar, facilitándoles los medios y el espacio, podrán ser (si así lo eligen) ciudadanos preocupados por la transformación, mantenimiento, cuidado, mejora y difusión de sus barrios y por ende, de sus ciudades. Acostumbrados a trabajar con adultos y niños más mayores, este año queríamos empezar a trabajar con los más pequeños, con la inocencia de sus miradas hacia el mundo y su incesante inquietud por aprender, por crear, imaginar, soñar… y enseñar. Para ello, sabíamos que lo mejor era rodearnos de los mejores docentes y contar en nuestro equipo con especialistas en este ámbito, ya que queríamos que nuestros talleres tuvieran una metodología pedagógica importante basada en la disciplina positiva y el fomento de la autonomía; y qué mejor manera de hacerlo que basándonos en la metodología Montessori. Así que, ¡manos a la obra! El año que viene comenzamos con una serie de talleres experienciales junto con la directora del Centro Infantil Guadalquivir de Jaén con unas líneas temáticas que empezarán siendo: «Mi casa», «Mi barrio», «Mi camino al cole».

La base de los talleres sigue siendo la experimentación, la aproximación creativo-soñadora y la facilitación más que la transmisión vertical de información. Se quiere implicar a los niños con el mundo que les rodea, con la ciudad que pisan y juegan, despertando su interés por la arquitectura y el urbanismo sostenible y sensible. Se fomentará su curiosidad por su entorno, dándoles herramientas para favorecer su creatividad, su capacidad de análisis, de observación, de proponer mejoras y de crear o imaginar espacios más divertidos, cómodos, seguros y adecuados donde jugar, pasear, investigar y en los que, por qué no, hacer la croqueta.

“John Dewey dejó claro que el ambiente donde se enseña y aprende es en sí un educador. Los buenos espacios enseñan y construyen. Los malos espacios no enseñan nada, nos ponen de mal humor e incluso destruyen tejidos sociales. El ambiente educador se extiende más allá del edificio escolar. La ciudad es educadora. El país y sus leyes son educadores. La calidad de su libertad es el principal educador” (Raedó, J.). En un mundo donde cada vez más los niños se mueven de un sitio a otro en coche, es importante volver a los pies, proponer una educación para la ciudadanía basada en vivir y habitar la ciudad. Los niños saben si una ciudad es segura o no, ellos más que nadie. En estos talleres se intenta que los niños sean conscientes de los problemas de su entorno cercano, que sean capaces de señalarlos, describirlos desde su perspectiva (y desde su altura, conocimientos y lenguaje: qué les gusta, qué les asusta, etc) e interiorizarlos para así buscar soluciones, generar propuestas y aportar sus deseos e inquietudes. “Si una ciudad es adecuada para la vida cotidiana de los niños quiere decir que es una ciudad segura, con poco tráfico, escasa delincuencia, con redes sociales estables en los barrios que cuidan colectivamente de sus niños” (Raedó, J.).

Francesco Tonucci explica cómo los adultos somos peores si no nos controlan los niños, peores como personas, como conductores, etc. y la ciudad se hace así más insegura. Estos talleres consiguen trasladar a los niños la importancia de cuidar y respetar nuestro entorno urbano: las calles que paseamos, las calzadas que cruzamos y las plazas que jugamos. Se pretende generar una chispa que avive el deseo de querer conocer más acerca de nuestra ciudad y transmitir lo aprendido, para así implicar a sus familias y conocidos y provocar una cadena de intercambio de conocimiento tanto generacional como vecinal. Nos parece también importante que los abuelos y los papás cuenten a los niños cómo eran antes las calles, cómo es hacer la plaza los sábados (seguir escuchando esta expresión en nuestro barrio de la mano de nuestros mayores para referirse a hacer la compra los sábados en el mercado municipal nos tiene encantados), cómo ríos de niños iban al colegio andando entre lazos de confianza y líneas del deseo, cómo se sacaba la silla a la puerta de la casa, a ese gran patio de vecinos que era el espacio público (y que puede volver a serlo).

 

 

 

¿Recordáis qué es PICUDA? Su nombre es el resultado de un acrónimo: Prácticas Internacionales de Conservación, Urbanismo, Diseño y Arquitectura. Es un WORKSHOP temático, multidisciplinar e internacional cuyos talleres de 2019 se desarrollarán en el marco de la ciudad de Granada siendo esta vez el Patrimonio el protagonista de dichos talleres: Taller práctico para la gestión, conservación y apreciación del patrimonio cultural íbero-americano.

«Las actuales dinámicas en las que se encuentra inmersa la recuperación de nuestro patrimonio cultural, están poniendo de manifiesto la necesidad de propuestas transversales e implicadas activamente con su conservación. La apuesta decidida desde el ámbito universitario por impulsar la transferencia a la sociedad de las experiencias de las distintas disciplinas que se imparten en su seno, ya sean técnicas o de humanidades, justifican el presente curso que dentro de un contexto iberoamericano quiere ser un espacio y momento de intercambio de conocimiento.
La Universidad de Granada, con una larga experiencia en la recuperación, conservación y valorización de su patrimonio histórico, se convierte así en el escenario adecuado de reunión de distintos expertos que desde diversos países y disciplinas quieren intercambiar y compartir con alumnos de distintas áreas sus conocimientos y experiencias».

Estudio Atope participará en esta ocasión con el taller «El urbanismo sensible» [14-18OCTUBRE2019], ya lo hicimos en 2016 en la ciudad de Bogotá con «De cIUdadano a ciudadano: Estrategias urbanas creativas» y fue una experiencia inmejorable de la que aprendimos muchísimo y en la que aportamos nuestro pequeño granito de arena. Queremos aprovechar esta edición para continuar con aquellas experiencias urbanas con los alumnos, definiendo las acciones planificación y gestión urbana, y dando a conocer entre los alumnos la diferencia entre ellas a la hora de hacer ciudad. Se plantearán otras posibilidades que incorporen la participación ciudadana, la apropiación, el empoderamiento, la identidad y la memoria colectiva en las políticas de intervención del espacio público. Posibilidades que son una oportunidad de cambiar los procesos urbanos para técnicos que en un futuro puedan trabajar bien dentro de las administraciones públicas encargadas de gestionar la ciudad, o bien como trabajadores independientes en trabajos urbanos determinados.

Mediante ejemplos reales se explicarán varias técnicas de creatividad social empleadas en el análisis y diagnóstico colectivo del espacio público. Se darán a conocer herramientas para elaborar acciones y dinámicas acorde con estrategias colaborativas y metodologías participativas de intervención en espacios públicos; así como medidas para sensibilizar y difundir la importancia de la mejora de la calidad de nuestros espacios urbanos y de su activación social, cultural y económica.

Se escogerán 1 ó 2 de estas técnicas para aplicarlas en un lugar concreto y real durante los talleres Picuda para formar técnicos facilitadores que dentro de la acción de GESTIONAR, sean capaces de:

  • trabajar con otras profesiones en las tareas de hacer ciudad para obtener proyectos multidisciplinares que satisfagan necesidades reales de la sociedad.
  • redactar propuestas de mejora urbana en espacios públicos, a través del trabajo colaborativo con la población, en propuestas que nazcan de “abajo hacia arriba” (Bottom-Up).

Se aprenderá a organizar, desarrollar y elaborar estas técnicas participativas teniendo en cuenta las opiniones y experiencias de los asistentes para adaptar las jornadas a sus conocimientos y expectativas, así como a los condicionantes que poco a poco nos vayamos encontrando. Las herramientas o técnicas elegidas para trabajar con la comunidad se adaptarán a la duración del taller y permitirán poner en común y elaborar de forma sencilla un diagnóstico participado del espacio público elegido para obtener un análisis amplio, abierto e inclusivo en el que cualquier ciudadano pueda participar.

>> RESERVA TU PLAZA

 

>> PRESENTACIÓN PARA TRABAJAR EN EL TALLER

>> #PicudaGranada #elUrbanismoSensible

>> Artículo Relacionado con la dinámica:

Proyecto participativo para la regeneración urbana del entorno del castillo de Martos

 

 

 

 

 

Participamos en el II Seminario-Taller del Plan Nacional de Arquitectura Defensiva: Nuevos usos y Puesta en valor de la arquitectura defensiva. El encuentro será en abril y tendrá lugar en la Escuela de Patrimonio Histórico de Nájera (La Rioja). Está organizado por el Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE – Ministerio de Cultura) y la Fundación Cárdenas, y se enfoca a profesionales de la restauración y la intervención arquitectónica, profesionales de la arqueología y la conservación patrimonial, técnicos y responsables de las administraciones autonómicas y locales, técnicos y responsables del patrimonio militar y estudiantes de disciplinas relacionadas con el patrimonio (inscripción gratuita hasta el 16 de abril).

La arquitectura defensiva, en general, ha perdido el uso para el que fue concebida así como el reconocimiento de sus valores patrimoniales. Sin embargo, es bien sabido que el uso es uno de los pilares que asegura la conservación y el mantenimiento de los edificios. Se propone este seminario práctico para debatir, sobre la base de ejemplos de buenas prácticas, la manera de dotar a la arquitectura defensiva de usos compatibles y respetuosos que rescaten los valores perdidos para traspasarlos a la sociedad y a las generaciones venideras. Se trata de buscar recomendaciones, estrategias y metodologías que aporten mejoras en los proyectos para la correcta recuperación arquitectónica y cultural. Además, se pretende que estas recomendaciones contribuyan a revalorizar el territorio, reviertan en la población local potenciando su sentido de pertenencia y permitan que el impacto turístico les favorezca y no altere la convivencia local.

Os dejamos la información del curso (programa, inscripciones, formalización de matrícula, etc) en estos dos enlaces:

>> Instituto de Patrimonio Cultural de España: Acciones Formativas

>> Fundación Cárdenas

Las líneas temáticas serán Gestión pública y privada de la arquitectura defensiva, Investigación para puesta en valor de la arquitectura defensiva, Puesta en valor de sitios y conjuntos arqueológicos fortificados y Difusión y transmisión de los valores del patrimonio fornicado. En esta última se enmarca nuestra ponencia, acerca de procesos participativos en conjuntos históricos degradados que apuestan por la rehabilitación de su patrimonio y la regeneración de sus calles con estrategias participativas.

PROGRAMA Seminario PNAD Nájera 2018

IMG_2064

 

 

Hoy nos ha conmovido una historia que, a priori, parece sencilla. De ésas que piensas: «ojalá se me hubiera ocurrido a mí». En la ETSAGr (Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Granada), tras las notas finales de entregas y exámenes cuatrimestrales, había siempre un espacio desangelado que se llenaba de maquetas de proyectos y de carpelines en todos los formatos conocidos y por conocer de proyectos entregados, evaluados, firmados… y abandonados. Un porcentaje recogía sus trabajos y otro lo dejaba allí tal cual (y muchas veces te enterabas de que tu maqueta y tus formatos vagaban solos por mesas y suelos porque no habían sido capaces ni de poner una triste nota en plan «recoja su trabajo en tal aula»).

© Marleni Primavera / Edición: D

© Marleni Primavera / Edición: D

En fin, que este proyecto que os vamos a contar nos ha encantado: con un fin social de donación, de sostenibilidad y reciclaje, Les da una segunda vida a las maquetas. Y también un «fin educativo que permita una interacción de aprendizaje entre los niños». La fórmula es simple: «conseguir las maquetas, contactar a las comunidades u organizaciones, entregarles a los niños todas las donaciones y listo».

Y es que según el artículo de Plataforma Arquitectura: «tanto esfuerzo no puede terminar así […] Una maqueta ha sido hecha con tanto esmero, pasión, sabiduría, arte -dinero, lágrimas, kilos de más- y hasta amor por tantas horas de entrega, que puede cobrar nuevas vidas. Estos pequeños y enigmáticos mundos de cartón pueden ser transformados en lo que la imaginación quiera y a la vez pueden transformar la vida de otros […] FUNDACIÓN MARTE recolecta maquetas para que los niños puedan reutilizarlas como se les ocurra, dándoles una nueva vida; continuando así el ciclo de aprendizaje».

© Enrique Llatas / Edición: D
© Enrique Llatas / Edición: D
 

>> LEER MÁS AQUÍ  <<

A %d blogueros les gusta esto: