>> Participación Ciudadana, ¿real o instrumento político?
En la línea de la Ordenanza de medidas para fomentar y garantizar la convivencia ciudadana en el espacio público de Granada, surge el borrador del Proyecto de Ordenanza de Convivencia Ciudadana en el Espacio Público de Madrid. Ambas con una magnífica idea de base (de hecho el párrafo que define el objetivo de las dos es un copypaste): «El objetivo principal de esta Ordenanza es el de preservar el espacio público como lugar de convivencia y civismo, en el que todas las personas puedan desarrollar en libertad sus actividades de libre circulación, ocio, encuentro y recreo, con pleno respeto a la dignidad y a los derechos de los demás y a la pluralidad de expresiones yde formas de vida diversas existentes, y a la vez, que constituya una herramienta eficaz para que los servicios municipales puedan asegurar el libre ejercicio de los derechos de todos los ciudadanos y promover la convivencia y la protección del espacio público ante conductas irresponsables o antisociales.»
Leyendo ambos textos con detenimiento, nos queda un regustillo amargo porque terminan siendo un glosario de lo que NO se debe hacer en el espacio «público», así como de todas las sanciones y consecuencias de nuestros malos actos. Entre ellos: no se permite la práctica de juegos que perturben los legítimos derechos de los vecinos o demás usuarios del espacio público; no se permite utilizar los bancos y los asientos públicos, y en general el mobiliario urbano, para usos distintos a los que está destinado (¿nos podemos sentar en el respaldo?); no se puede cocinar en el espacio público salvo en los lugares al efecto dispuestos (a más de uno nos hubieran multado en algún viaje cultural con la escuela)…
También esta semana teníamos la noticia de que el Ayuntamiento de Jaén ha aprobado el borrador del nuevo Reglamento de Participación Ciudadana. Contentos y entusiasmados, nos ponemos manos a la obra y buscamos dicho borrador… cuál es nuestra sorpresa cuando comprobamos cómo a lo largo del texto se habla del registro, fundación y participación en los plenos, etc, de asociacione de vecinos, uniones, agrupaciones, federaciones, confederaciones, etc. Y recordamos aquella reunión de Participación Ciudadana a la que asistimos, y al hablar nos dijeron que si no pertenecíamos a alguno de estos colectivos, o no estábamos constituidos como cualquier otro tipo de asociación y no estábamos inscritos, no podíamos participar. Y otra vez nuestra cara de sorpresa: si somos ciudadananos y queremos participar… ¿en qué momento nos hemos perdido lo de la participación ciudadana? Pertenecer a la asociación de vecinos de tu barrio no es fácil para muchas personas, en ocasiones porque algunas están claramente politizadas y en otras por poca representatividad de la colectividad del barrio. Aunque no todo son penas, hay un párrafo al que nos podemos agarrar: «se consideran Asociaciones de Vecinos, las organizaciones vecinales que, con el nombre de Uniones, Asociaciones, Agrupaciones, o cualquier otro que aglutine a un colectivo de vecinos, se constituyan en el ámbito territorial del barrio o distrito».
Os dejamos también un interesante, y para nosotros didáctico, artículo sobre el observatorio Vivero de Iniciativas Ciudadanas (VIC), un chute de energía y positivismo acerca de «la ciudad detrás de esa ciudad. […] cientos de ciudadanos, han decidido tomar las riendas y no esperar a que las Administraciones resuelvan sus problemas o atiendan sus necesidades. Se les ha dado en llamar ciudadanos empoderados y, aunque sea una etiqueta quizá demasiado amplia, sirve para definir a ese tipo de personas que se han emancipado de las Administraciones y se han puesto a trabajar para mejorar su barrio o su comunidad».
Me like!! La participacion es, como todas las medidas sociales, un recurso verbal politico muy recurrente pero una realidad que, como minimo, no se termina de tomar en serio desde las administraciones. Ojala la iniciativa ciudadana de sus frutos mas pronto que tarde!! (No pueden ignorarla eternamente…)